SEÑOR DIRECTOR:
La evidencia científica muestra que la actividad antropogénica es la responsable del aumento de las temperaturas globales. Con ello, se han intensificado los incendios forestales, que arrasan con bosques de todo el mundo. Estos eventos no son accidentes aislados, sino que son el rostro más visible de una crisis ambiental global que responde al calentamiento global y las acciones humanas.
El cambio climático favorece condiciones extremas, como altas temperaturas y sequías prolongadas, que hacen que los incendios sean más frecuentes y destructivos. En regiones como el Ártico, donde antes dominaba la nieve, ahora arden sus tundras, liberando CO2. En países vulnerables a la crisis climática, la situación empeora con la deforestación, el desarrollo urbano desmedido y el uso inadecuado del fuego en la agricultura.
Para enfrentar esta crisis, debemos actuar con urgencia. Es fundamental mejorar la gestión integral de los bosques, restaurar ecosistemas y aplicar quemas controladas. El uso de tecnología, como el monitoreo satelital y el uso de herramientas de inteligencia artificial, ayuda a responder de forma rápida y eficiente a incendios forestales. Además, promover comunidades resilientes, capacitadas en prevención y manejo de emergencias, puede reducir pérdidas humanas y económicas.
La adaptación al cambio climático exige más inversión en ciencia, tecnología y educación, y una colaboración estrecha con las comunidades locales. Es vital reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y evitar que los incendios sigan devastando nuestro planeta. Un esfuerzo global y decidido permitirá proteger a nuestro entorno y garantizar un futuro sustentable.
Lorenzo Reyes-Bozo
Decano Facultad de Ingeniería y Negocios, Universidad de Las Américas
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