Cáncer: la necesidad de apurar el tranco
SEÑOR DIRECTOR:
El cáncer se ha convertido en Chile en la primera causa de muerte y la esperanza de vida por esta enfermedad es muy inferior a una persona que nace en Europa o Estados Unidos.
En los últimos años hemos hecho grandes esfuerzos por cambiar el curso de la enfermedad: la implementación del Plan Nacional del Cáncer y la promulgación de la Ley de Cáncer, que confiere al Estado la obligación de responder a los compromisos adquiridos con la ciudadanía en esta materia.
Transcurridos cuatro años desde la implementación de la primera de estas políticas públicas, los resultados no son auspiciosos. Se observa un incremento del incumplimiento de las garantías GES durante este año, superior al 100%, siendo el cáncer cérvico uterino, cáncer de mama y cáncer gástrico, los que cuentan con mayor cantidad de retrasos.
Parte de estos resultados pudieran explicarse por los efectos que la pandemia tuvo en el acceso de los pacientes a los centros de salud. Sin embargo, ya para 2022, esta explicación no nos puede conformar. Tampoco podemos permitir que se disfracen falencias que no se explican por esta, como ocurre con el cáncer cervicouterino, donde los controles con Papanicolau han descendido a un tercio de las mujeres y cuando tampoco se ha difundido la detección del virus Papiloma Humano con PCR con genotipificación para este cáncer, incluso teniendo cobertura financiera en la modalidad Libre Elección desde el año 2021.
Tampoco nos puede dejar indiferente el poco conocimiento que hemos tenido durante el 2022 sobre el estado del Registro Nacional de Cáncer, el plan de acción del nuevo Plan de Cáncer y el Fondo Nacional de Cáncer; todos mandatados por la ley.
Ha llegado la hora de apurar el tranco.
Emilio Santelices
Ex ministro de Salud, miembro comité ejecutivo CIPS-UDD
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