Candidatura de Bachelet: fin a las especulaciones

Si bien la exmandataria finalmente descartó una nueva aventura presidencial, desoyendo las presiones de una parte del oficialismo, la demora en dar a conocer su decisión tuvo costos para su sector.
La expresidenta Michelle Bachelet despejó finalmente el misterio sobre su eventual postulación presidencial. A través de un comunicado y de un video subido a las redes sociales de su fundación, la exmandataria descartó una nueva candidatura asegurando que “deben ser otros los que asuman el desafío presidencial”. “La buena política exige renovación”, apuntó en su declaración, asegurando que en su sector político hay personas muy valiosas y capacitadas que sabrán defender las demandas que el pueblo chileno anhela y merece”. Si bien la decisión de Bachelet se conoció sólo un día después de que la ex ministra del Interior Carolina Tohá renunciara al gabinete y confirmara sus aspiraciones presidenciales, la expresidenta evitó entregar un apoyo explícito a ninguno de los candidatos que han surgido en el oficialismo, pero llamó a la unidad de su sector.
La declaración de la exmandataria pone fin a meses de especulaciones sobre su eventual decisión de aspirar por tercera vez a La Moneda. Si bien, el año pasado había insistido que una candidatura no estaba en sus planes, el silencio de los últimos meses, en especial luego de que figuras de su sector insistieran en esa posibilidad, había mantenido a la centroizquierda en un compás de espera. A ello se sumó que las encuestas fueron mostrando un aumento de las preferencias de la exmandataria, lo que representaba un factor relevante al momento de ponderar una nueva candidatura. Además, la propia Bachelet dio señales confusas, como su columna en el diario El País entregando propuestas para el sector, o cuando reveló que Lula da Silva le había sugerido reconsiderar la posibilidad de ser candidata y que él estaba muy contento en su tercer periodo.
Si bien es positivo que pese a la presión recibida de importantes figuras de su sector haya finalmente desistido de aspirar nuevamente a llegar a La Moneda, dando paso a nuevas generaciones, su tardanza en dar a conocer su decisión no fue inocua. No sólo le ha impedido a su sector medir con claridad el apoyo a otras figuras, al concentrar ella un importante porcentaje de ese respaldo, sino que tampoco ha permitido consolidar otras opciones presidenciales en el oficialismo. Su propio partido, por ejemplo, que ha insistido en que llevará un candidato a las primarias enfrenta ahora el complejo desafío de encontrar un nombre en un tiempo acotado. Asimismo, la falta de claridad apresuró la salida de la exministra Tohá del gabinete. Como política experimentada que es, Bachelet podría haber impedido antes que crecieran las especulaciones.
En su declaración, la exmandataria insiste que se requiere una renovación en la política, pero olvida que ha sido precisamente su demora en aclarar si estaba dispuesta o no a emprender una nueva aventura presidencial lo que en parte ha conspirado contra el surgimiento de esos nuevos liderazgos en el sector. Si bien es cierto, como señala en su comunicado, que en octubre pasado dijo que “deben ser otros lo que ahora asuman el desafío presidencial”, el hecho de que su nombre volviera a aparecer dejó claro que sus palabras no habían sido percibidas como una negativa tajante y parecían dejar una puerta abierta. Por ello, si su opción era desde un principio no postular nuevamente a La Moneda debería haber despejado toda duda meses atrás, sin dar espacio para que algunas figuras de su sector volvieran a levantar su candidatura.
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