Cartas sobre la mesa
SEÑOR DIRECTOR
Antes de cualquier discusión constitucional, es importante señalar que una Constitución que busque incluir en ella largas listas de derechos sociales y formas de hacerlos cumplir implica, en la práctica, sustraer del plano político estas discusiones. Esto es grave -y triste para una democracia-, ya que la deliberación política estaría zanjada de antemano en el texto constitucional.
Más aún, serían nuestros jueces -y no los representantes electos- los que estarían llamados a interpretar el contenido de esos derechos, estableciendo la manera en que deben ser satisfechos por el Estado. La discusión política se trasladaría a tribunales, confundiendo gravemente las esferas de atribuciones.
Por lo anterior, es clave entrar a esta discusión teniendo todas las cartas sobre la mesa. Para que nuestra sociedad pueda ser verdaderamente más justa en temas de salud, de vivienda y de seguridad social es necesario incluir derechos sociales expresos, entendiéndolos como máximas a las cuáles hay que aspirar: las metas solidarias. Ellos son un justo medio entre legisladores estableciendo a través de la discusión política el modo de satisfacerlos, con posibilidad de ser revisados por jueces cuando haya negligencia evidente al intentar cumplirlas.
Magdalena Ortega P.
Directora de Formación y Servicio Público de IdeaPaís
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