Casen 2020: cifras y brechas
SEÑOR DIRECTOR
Los resultados de la encuesta Casen 2020 quiebran por primera vez en más de dos décadas la tendencia a la baja de la pobreza por ingresos. La causa principal es la pérdida de empleos producto de la crisis sanitaria, y además nos entrega una preocupante fotografía: la situación para millones es muy difícil; los más pobres se han empobrecido más y la desigualdad de ingresos del trabajo entre los más ricos y los más pobres supera las 416 veces.
Más duro aún es comprender que esa enorme desigualdad de ingresos, la mayoría de las veces se superpone en las mismas familias, con otras carencias que afectan el conjunto del bienestar humano. De dichas carencias como educación, salud y vivienda, nos da cuenta, en parte, la medición de algunos indicadores de pobreza multidimensional dados a conocer el jueves pasado.
Con todas las restricciones metodológicas que tuvo, esta es la Casen más difícil de medir de las últimas décadas. Por ello, se deben analizar las cifras multidimensionales con cautela. Y, por lo mismo, es importante complementar algunos indicadores con otros análisis especializados, incluidos los que el mismo MDSF ha hecho, como la Encuesta Covid u otros de organismos como FAO o Cepal.
A primera vista, los resultados plantean el desafío urgente de contrarrestar las enormes brechas de acceso y calidad de oportunidades. Esos son múltiples: generar y recuperar empleos de calidad, especialmente para mujeres y personas en vulnerabilidad, que son los más afectados; medidas pro reactivación que consideren una retirada gradual de los subsidios y medidas diferenciadas para los distintos rubros y territorios, con consideraciones locales, regionales y de género, que integren una mirada de desarrollo local y cohesión social.
Catalina Littin
Directora ejecutiva Fundación Superación de la Pobreza - Servicio País
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