Catástrofe en España, ¿cómo andamos por casa?
SEÑOR DIRECTOR:
La catástrofe en España ha puesto en evidencia debilidades propias y conocidas de las alertas vía celular y también sobre la oportunidad de la información, un espejo en el que Chile debe mirarse con urgencia.
Las alertas a celulares, conocidas en nuestro país como Alertas SAE, han sido objeto de polémica en España debido a su oportunidad y efectividad. Esta situación nos invita a reflexionar: ¿cómo estamos en Chile?
En nuestro país, las limitaciones de las Alertas SAE han sido evidentes en tragedias pasadas, con escasos o nulos cambios realizados a pesar de las advertencias y recomendaciones presentadas, incluso en comisiones investigadoras de la Cámara de Diputados en los años 2023 y 2024.
Una institucionalidad de emergencias eficaz debe contar con un sistema de comunicaciones, monitoreo, alerta e información que considere, entre otras cosas, redundancia, información local y específica en tiempo real, especialmente en situaciones de emergencias dinámicas como las inundaciones repentinas.
La catástrofe en España nos recuerda que no basta con tener alertas por celular; necesitamos un sistema integral con canales de información diversos y una integración eficaz entre las distintas entidades involucradas. Algo muy débil en Chile al tener un modelo de emergencias fragmentado.
A pesar de las advertencias y las “deudas” en modernización, seguimos viendo falencias preocupantes. Un ejemplo claro es el catastrófico temporal del 2 de agosto de 2024 en la Región Metropolitana: a las 00:55 h se registró racha de viento de 124 km/h, pero la alarma de la DMC se emitió (sitio web) a la 01:32 y la Alerta Amarilla de Senapred (sitio web) recién a las 04:10. Este desfase temporal es inaceptable y puede tener consecuencias fatales.
Es imperativo que se tomen medidas inmediatas para fortalecer nuestro sistema de emergencias, aprendiendo de las lecciones de otros países, y de las advertencias conocidas, asegurando que nuestras alertas sean parte de un sistema integrado y eficiente. Solo así podremos proteger adecuadamente a nuestra población ante futuras catástrofes.
Michel De L’Herbe
Consultor en Emergency Management