Cedaw: sincerar la discusión
Señor director:
Isabel Amor (Fundación Iguales) y Lorena Fries (Corporación Humanas) respondieron a nuestra carta del miércoles, pero ambas omiten puntos centrales de la discusión. Lo que no se ha mencionado es que sí existe, de hecho, una influencia tremenda sobre el debate público (sobre todo en el ámbito legislativo), que constituye una presión política cierta. En el fondo, se busca someter a los Estados a las interpretaciones que el Comité estime convenientes, alejándose completamente del texto original de la Convención. Con esas interpretaciones se ejerce presión política para facilitar el camino a ciertas leyes, bajo la etiqueta de una supuesta "adecuación a los estándares internacionales".
Sobre esto último, basta con señalar que el 2018 recomendó a Chile, sin tener todavía ninguna potestad reconocida, que se legalice el aborto, el proyecto de ley de identidad de género (incluyendo a menores de edad), el matrimonio de parejas del mismo sexo, la adopción de parejas homosexuales y la patria potestad de las mismas en otros casos. Dicho brevemente: se trata de un organismo político, y no jurídico, cuya postura es absolutamente parcial.
No nos saquemos la suerte entre gitanos: sabemos perfectamente que esta ratificación no es políticamente neutral, y es por ello que se genera la discusión, que de otro modo no tendría sentido. Precisamente el que sean estas tres ONG las que estamos inmersas en este debate muestra que todos sabemos de qué estamos hablando.
Vicente Hargous
Daniela Constantino
Comunidad y Justicia
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