¿Censura a las AFP?
Por Manuel Agosin, académico FEN U. de Chile
Hace un par de semanas, la ministra Izkia Siches hizo declaraciones que manifestaban su indignación a una publicidad de AFP Habitat, la cual indicaba que los fondos de los cotizantes eran efectivamente de su propiedad.
Ahora bien, la afirmación de la publicidad es veraz, aunque incompleta. Como los cotizantes que retiraron fondos en el marco de los retiros autorizados durante 2021 lo pudieron comprobar, los fondos existían, no se los habían robado las AFP (como afirman majaderamente algunas organizaciones) y, efectivamente, eran de ellos. Todo lo cotizado más intereses y dividendos que esos fondos generaron. Digo que la afirmación es incompleta porque tener ahorros en una AFP no es lo mismo que tener una cuenta de ahorro en un banco. Los fondos en las AFP solo pueden convertirse en una renta vitalicia o un retiro programado al momento de la jubilación, lo que los convierten en un título de propiedad con un fuerte condicionamiento. Esto tiene una razón de ser. Los cotizantes, si no están obligados por ley a hacerlo, van a cotizar menos que lo óptimo y van a preferir el consumo presente al consumo después de jubilados que, para muchos, se ve como algo lejano y que no afecta su bienestar. Sin embargo, al llegar a la edad de jubilación, van a desear haber ahorrado más para tener mejores pensiones. O le van a tratar de pasar la cuenta el papá Estado. Esto se vio claramente durante los retiros, que fueron muy populares por la razón obvia que permitían un aumento importante del consumo de durables.
Volviendo al tema de esta columna, que una autoridad como la ministra del Interior haya hecho una declaración usando un tono de enfado y afirmando que dicha propiedad no era tal, ya representa un hecho grave y un amedrentamiento hacia las AFP. Peor aún, al día siguiente el Superintendente de Seguridad Social ofició a Habitat para que suspendiera esa publicidad. En otras palabras, Habitat fue censurada. Como era de esperar, Habitat, según entiendo, está recurriendo a la justicia.
Lo que más preocupa de este episodio es la censura hacia una publicidad no engañosa de una firma, simplemente porque, al parecer, no estaría en línea con los planes que el gobierno estaría diseñando para una futura reforma al sistema de pensiones. Si creemos en la democracia, la censura hacia una institución que está afirmando un hecho cierto y no engañando a la ciudadanía es un acto de suma gravedad. Puede ser que existan mejores sistemas de pensiones que el que tenemos en este momento. Pero evitar una discusión acerca del rol que deberían o no deberían jugar las AFP en el nuevo sistema, bajo el argumento que los fondos de los cotizantes no son de ellos (sino que de… ¿quién?) no es la mejor manera de llegar de manera colectiva y con diálogo a ese mejor sistema.
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