Chile: desafíos y oportunidades del cambio climático
El último documento, publicado por el Panel Intergubernamental del Cambio Climático (IPCC), revela los impactos del calentamiento global de 1,5°C respecto a los niveles preindustriales y hace proyecciones de las emisiones globales de gases de efecto invernadero. Los efectos esperados a nivel global, podrían transformarse en un 'punto de no retorno' si se supera el escenario de 1,5°C. Los efectos del cambio climático son alarmantes, en particular, para zonas vulnerables como lo es Chile, pues está en riesgo la extinción de ecosistemas completos y se hipoteca el desarrollo sustentable de la población mundial.
En Chile, los impactos del calentamiento global, consideran: derretimiento de hielos Antárticos y retroceso de glaciares; aumento del nivel del mar, afectando el borde costero; decremento de lluvias en la zona centro y sur del país y, aumento de los incendios forestales; aumento de lluvias en la zona norte, en donde se harán más frecuentes desastres naturales, como son los aluviones; erosión de suelos; aumento de la acidez del océano; extinción de distintas especies; acentuación de fenómenos climáticos; entre otros. Muchos de estos efectos, en Chile ya se han constatado, afectando la riqueza natural y la población en su conjunto. Sin duda, se ha acabado el "crédito ambiental", siendo necesario dejar atrás la actitud pasiva y reactiva en cuanto a problemáticas ambientales y es urgente actuar de forma proactiva y drástica. Una medida de alto impacto, es dejar de producir energía eléctrica a partir de fuentes fósiles y eliminar el uso de estos combustibles en el sector productivo. De esta forma, las emisiones de CO2 disminuirán drásticamente.
Chile puede contribuir, pues es un país con recursos renovables envidiables. De particular interés, es la producción de energía fotovoltaica y eólica. Existen estudios que indican que, cubriendo una parte del Desierto de Atacama, se podría generar la energía eléctrica suficiente para satisfacer la demanda de toda América. Por lo tanto, el desafío no es la generación de energía a partir de fuentes renovables, si no, problemas técnicos asociados a la transmisión y el almacenamiento.
Para almacenar energía, se puede generar hidrógeno verde, a partir de los excesos de energía eléctrica generada por las fuentes renovables. Con este hidrógeno, se pueden conectar las dos principales redes de distribución energética de los países (red de gas y eléctrica). Asimismo, este hidrógeno se puede utilizar en el sector productivo, en el transporte, para producir combustibles sintéticos, etc.
Chile debe jugar un rol clave en la disminución de los gases de efecto invernadero, lo cual, se traducirá en no alcanzar el punto de no retorno del cambio climático. Esta decisión se debe tomar hoy mismo y depende de todos, incluyendo el sector público, privado y la sociedad en su conjunto.
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