Columna Cristóbal Osorio: El síndrome de Kamala Harris ¿La hora de Tohá?
El 5 de abril de este año, Evelyn Matthei hizo una apuesta: declinó presentarse a la reelección como alcaldesa de Providencia, con lo que adelantó su largada como candidata presidencial, para una elección que estaba a un año y ocho meses de distancia.
Estaba -como lo sigue estando- a la cabeza de las preferencias en las encuestas, pero había un riesgo: ese tiempo de campaña es una eternidad en tiempos convulsos, y “cualquier cosa puede pasar”.
Y está pasando. Si bien los recientes escándalos políticos afectan en general a la actividad, su epicentro está en la derecha. Y si hasta ahora Matthei había logrado esquivar las balas locas del enfrentamiento al interior de su sector, poco a poco la candidata “segura” parece ponerse en la línea de tiro.
Así, lo que antes parecía casi imposible, ahora está al alcance de la mano, si es que la izquierda se ordena en torno a una candidatura de una figura que, a mi juicio, debe cumplir con las siguientes precondiciones para ser competitiva; 1) ser de centro; 2) tener edad madura y experiencia; 3) ser conocida; 4) tener don de mando; 5) representar una novedad que pueda refrescar el actual cuadro, y 6) querer ser Presidente(a).
Si bien, las primeras condiciones parecen describir a Michelle Bachelet, los puntos 5 y 6 no se cumplen. La ex presidenta tiene un gran capital político, pero el peso de su figura en una presidencial estará en lo que hizo y no hizo en el pasado, y, además, no quiere o no parece querer repetirse el plato por tercera vez.
Es así como de momento, la única figura que puede recoger el desafío es Carolina Tohá.
Es cierto que la ministra está en una posición incómoda respecto de los gravísimos y difíciles problemas de seguridad, siendo ella ministra del Interior y la principal responsable de solucionarlos. Razón por la cual, Republicanos aprovechó para intentar minar su credibilidad mediante una acusación constitucional en su contra. Pero, dicho libelo no tiene fundamento alguno, y dicha herramienta de control político hoy carece de prestigio.
Es decir, Tohá puede salir fortalecida, si es que aprovecha la instancia para mostrar liderazgo y don de mando en seguridad, demostrar gestión y corregir los aspectos débiles -muchos de ellos meramente discursivos- en la materia.
Pero, también es cierto que la ministra del Interior no está entre las figuras con mayor aprobación ni menor reprobación. En la última encuesta CEP, está 7° en esa medición, con una aprobación del 33% y una reprobación del 36%, por debajo de Bachelet, Tomás Vodanovic, Orrego y Marcel, en su sector. Pero, ella no compite en las próximas elecciones locales, a diferencia de Vodanovic y Orrego, y tiene un claro mayor “duende presidencial” que el ministro de Hacienda, encargado de decirle que “no” a muchos.
Tal vez esa baja posición se explica porque Tohá proyecta una imagen de élite y poca empatía ciudadana. Pero, quiero recordar que esa era justamente una de las críticas a Kamala Harris. Pero, como los tiempos son convulsos, Joe Biden quedó fuera de carrera y Harris en la pole position, desde donde no paró de crecer hasta ser tan competitiva que hoy nadie da por seguro a Donald Trump ¿Puede Tohá emular eso?
Por Cristóbal Osorio, profesor de Derecho Constitucional, U. de Chile.
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