Este mes se anunció el reinicio de las obras de construcción del Parque Barón, una gran obra anhelada para el frente marítimo de Valparaíso y que da continuidad a un largo proceso de recuperar el acceso al mar para la ciudad, en complemento a las actividades productivas históricas de la bahía.
El Parque es el resultado de un consenso entre las autoridades locales y el gobierno, quienes -superando los ciclos políticos-, han priorizado el espacio público resiliente y adaptable al cambio climático, que reemplazó alternativas que planteaban otros formatos propuestos antes, que privilegiaban la privatización o dificultaban el acceso ciudadano al mar.
El proyecto incorpora 11 hectáreas de nuevos espacios verdes de bajo consumo hídrico, que se sumarán a la dotación de espacio público de la intercomuna y mantiene el desafío de resolver lo que ocurra con la bodega Simón Bolívar en sus 400 metros de extensión, en tanto se trata de un espacio cubierto convertible, con capacidad de albergar parte de las diversas vocaciones porteñas, sumando fomentar el turismo de cruceros, las ferias náuticas y las convenciones, nuevas sedes para las industrias creativas o entidades nacionales o globales.
Este parque -como solución de infraestructura verde para la intercomuna-, es también una señal de la necesaria compatibilización entre las actividades del frente marítimo, como soporte posible de la necesaria revitalización del Almendral y del Barrio Puerto, zona valiosa donde la expansión portuaria aún puede y debe incorporar esta ecuación a su diseño.
Como hemos dicho desde hace tiempo: un puerto expandido que en su ubicación facilita el acceso al frente marítimo y genera más empleos, deja de ser un problema y se torna parte de la solución.
Cabe señalar también que este nuevo espacio resultó desde un concurso público que fue ganado por un equipo de estudiantes de la Universidad de Chile, votado por los y las porteñas y que desde eso dio las líneas que hoy se ejecutan. Es decir, se trata de un proceso participativo en que la ciudadanía, las autoridades y la academia, se sumaron a resolver un problema que requerirá necesariamente de más apoyos públicos intersectoriales y privados, destacando la política de Parques Urbanos del Minvu, en suelo de la empresa portuaria, junto a las futuras conectividades que han de resolver EFE y el Ministerio de Obras Públicas, especialmente, para mejorar el acceso peatonal directo y seguro desde la ciudad.
En definitiva, la materialización de esta iniciativa es una señal de innovación adecuada, al dotar de espacios públicos resilientes que amortiguan inundación y facilitan la evacuación, siendo convertibles en el tiempo, para el producir y el habitar, marcando el inicio gradual de una guía que va resolviendo la importante problemática urbana de los frentes marítimos urbanos.
Por Alberto Texido, académico FAU U. Chile, Consejero del Consejo de Políticas de Infraestructura (CPI)
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