Columna de Alejandra Sepúlveda: Devés, la igualdad, pluralismo y libertad de pensamiento
Por Alejandra Sepúlveda, presidenta ejecutiva de ComunidadMujer
La elección de Rosa Devés, doctora en bioquímica, como primera rectora de la Universidad de Chile en 180 años es un hito. Su triunfo fue contundente. Ganó en primera vuelta a cuatro candidatos con el 51,6% de los votos. Un ejemplo de democracia interna del plantel más antiguo del país.
La llegada de la primera mujer que asumirá esta gran responsabilidad, tras 30 hombres que la antecedieron, transmite un potente mensaje para las que vienen: cada vez hay menos espacios vedados para ejercer liderazgo en la academia y en otros ámbitos de poder.
Devés entendió el rol que le tocaría jugar en este momento de grandes transformaciones. Estuvo dispuesta a aceptar el desafío a solicitud de un movimiento transversal de las y los académicos de diversas facultades e institutos, con la plena conciencia de que su proyecto transformador también es fruto del mayo feminista de 2018 y de las mujeres que han “luchado por abrirse espacios” en el mundo universitario.
“La transversalización de la perspectiva de género para avanzar hacia la igualdad efectiva es uno de nuestros principios rectores”, señaló durante su campaña, lo que supone no restringir estos esfuerzos a una vicerrectoría, sino llegar a todas las unidades académicas para ampliar las oportunidades e impartir una educación no sexista. “La discriminación estructural y cultural que sufren las mujeres contradice la misión y los valores fundantes de la universidad”, ha dicho la rectora.
Su visión fija un estándar para las 30 universidades del Cruch -consejo que también integrará- y hace inverosímil los recientes intentos inquisidores de dos diputados de derecha que oficiaron al plantel público para informar sobre las características, financiamiento e información de cada docente que haya realizado “cursos, programas y planes de estudio que se refieran a (…) estudios de género, ideología de género, perspectiva de género, diversidad sexual y feminismo”.
La elección de Devés y sus declaraciones sobre los principios orientadores de la educación superior -equidad de género, inclusión, libertad de pensamiento y pluralismo-, nos recuerdan la importancia que estas instituciones generadoras de conocimiento tienen en el actual debate democrático y en la formación ciudadana.
Ahora que el proceso constituyente está en su etapa final y las comisiones de Preámbulo, Armonización y Normas Transitorias trabajan para entregar el borrador definitivo de nueva Constitución, son las voces pluralistas de la academia las que cobran mayor relieve a la hora de desbrozar el texto que será votado por la ciudadanía el 4 de septiembre.
Es lógico que no todas las personas interpreten de la misma manera lo aprobado en la Convención. Lo clave hoy es informar verazmente a los millones de personas que acudirán a las urnas con el regreso del voto obligatorio y combatir el reguero de noticias falsas, especialmente a través de las redes sociales. Usar fuentes fidedignas es un deber ciudadano y en esto, insisto, la academia tiene un rol fundamental. No será fácil, pero es vital para la salud de nuestra democracia.
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