Columna de Alejandro Barros: ChatGPT y el efecto hype

Inteligencia artificial, realidad virtual, metaverso
Foto: AP


Desde que se lanzó la aplicación ChatGPT, a fines de noviembre de 2022, ha generado múltiples reacciones, al igual como sucedió con la aplicación Dall-E (generador de imágenes basados en Inteligencia Artificial), dada a conocer a comienzos de 2021. Ambos softwares son tecnologías que forman parte de lo que se conoce como Generative AI (IA generativa), las que permiten producir textos, imágenes y música en forma automática.

El software ChatGPT utiliza modelos complejos de aprendizaje automático para predecir la siguiente palabra en función de secuencias de palabras anteriores o, en el caso de Dall-E, la siguiente imagen en función de palabras que describen imágenes anteriores.

Una muestra del revuelo mundial que ChatGPT ha causado en solo dos meses es su presencia en las búsquedas de Google: según Google Trends (tendencias de búsquedas), en enero, ChatGPT ya superó a Ucrania entre los temas más buscados.

Como en el pasado, cuando una nueva tecnología irrumpe, se produce un efecto que muestra diferentes percepciones; desde la fascinación hasta el temor por los efectos dañinos de su uso. Estas reacciones son un fenómeno bastante estudiado. Incluso la consultora Gartner le dio un nombre: el ciclo y/o “efecto hype”, la cual muestra que las tecnologías emergentes pasan por cuatro estados hasta llegar a su nivel de madurez: i) Lanzamiento; ii) Pico de expectativas sobredimensionadas; iii) Abismo de desilusión, iv) Rampa de consolidación; y, finalmente, v) Meseta de productividad.

El paso por cada uno de estos estados puede durar bastante tiempo, incluso hay algunas tecnologías que mueren antes de llegar a la meseta de productividad. Según la misma consultora, las tecnologías IA generativa se encuentran en la etapa más alta (“Pico de expectativas sobredimensionadas”), lo cual hace que tanto su potencial de uso como el temor de los efectos se encuentren en su máxima expresión.

A la fecha, varios especialistas dicen que ChatGPT aún no es confiable, ya que no comprende el mundo físico, tampoco el mundo psicológico y aún alucina. Gary Marcus, de la ACM, plantea que nos encontramos en el Parque Jurásico de la IA.

Lo que está claro es que esta tecnología no ha dejado a nadie indiferente y actualmente en diversos sectores se discute sobre cómo serán sus impactos (algunos ni siquiera del todo dimensionados) y qué hacer al respecto, como, por ejemplo, en la generación de contenidos, donde las miradas más pesimistas plantean que la generación automatizada de contenidos hará que las personas rehúyan de ciertos sectores de la web, y que esta como la conocemos hoy se transforme en un bosque oscuro; metáfora que utiliza Liu Cixin en sus novelas para decir que es un espacio en el cual el ser humano se ha retirado o ha sido forzado a retirarse por la llegada de terceros. Ya veremos.

Por Alejandro Barros, Centro de Sistemas Públicos – Ingeniería Industrial, Universidad de Chile; Espacio Público

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