Columna de Alex Toledo: Invertir con perspectiva de género: un buen negocio
"El tema de fondo es que la igualdad de género es un catalizador para crear economías más resilientes, sostenibles e inclusivas en el futuro. No es filantropía invertir en estos activos con impacto, es un negocio y uno bueno, aunque podría serlo aún más".
La equidad de género es buen negocio. La OCDE estima que si las mujeres participaran en la economía de manera idéntica a los hombres, aportarían un 26% adicional al PIB mundial anual en 2025. Este potencial sin explotar es mucho mayor en los países en desarrollo y en los mercados emergentes, como el nuestro.
Ya hay un pequeño (pero creciente) número de fondos de inversión que han visto una oportunidad en el escenario actual, que por ahora es más bien desalentador. A nivel global, por ejemplo, 1.400 millones de adultos siguen sin tener servicios bancarios y la mayoría de ellos son mujeres. Asimismo, después de la pandemia, los puestos de trabajo femeninos que se destruyeron fueron el doble que los masculinos, en todo el mundo.
¿Cómo invertir de manera inteligente, con perspectiva de género? La fórmula se centra en tener en cuenta los factores de género a lo largo del proceso de inversión, además de promover la igualdad de oportunidades independiente de si se trata de hombres o mujeres, el empoderamiento de ellas como consumidoras y el fortalecimiento de los sectores que las emplean predominantemente.
Este tipo de activos de deuda aún muestran un gap respecto a otros instrumentos de deuda privada, que pueden duplicar el rendimiento. Sin embargo, en la medida que la inclusión financiera se consolide, los retornos debieran acercarse.
Por lo pronto, vale la pena evaluar si no es necesario ir más allá para acelerar este proceso, por ejemplo, con incentivos gubernamentales directos que apunten a consolidar este tipo de vehículos con impacto, como podrían ser la entrega de créditos fiscales a inversionistas que financien proyectos o iniciativas con un enfoque de género.
También sería interesante abordar deducciones fiscales de los ingresos imponibles de este tipo de estos inversionistas o, directamente, generarles exenciones de ciertos impuestos, como el impuesto sobre las ganancias de capital.
Acá el tema de fondo es que la igualdad de género es un catalizador para crear economías más resilientes, sostenibles e inclusivas en el futuro. No es filantropía invertir en estos activos con impacto, es un negocio y uno bueno, aunque podría serlo aún más. Si logramos que el mercado de capitales vea cada vez más oportunidades ahí, será más factible cerrar la brecha.
* El autor es country head de Schroders Chile.