Columna de Andrés Benítez B.: Es el momento de hacernos cargo
Hoy, 13 de marzo se conmemora a nivel nacional el día contra el ciberacoso. Si bien es una temática muy específica, que busca prevenir la exposición de los alumnos y alumnas a situaciones de acoso por medios digitales, existe un consenso a nivel nacional, por parte de expertos que trabajan temáticas socio - emocionales, que el tema es más profundo y problemático, y que se asocia directamente con el uso y mal uso de las pantallas, y el gran porcentaje de niños y adolescentes con síntomas adictivos hacia éstas, siendo la mayor parte de los casos que no tiene diagnóstico concreto.
Hoy en día existen varios establecimientos educacionales que han decidido prohibir el uso del celular dentro del establecimiento educativo generando un debate: ¿Se tiene que prohibir o enseñar a usar? Y creo que la pregunta es bastante injusta si pensamos que para “enseñar a usar algo, la persona tiene que tener las capacidades para enfrentarse a ese algo”. Es decir: ¿Por qué un adolescente de 12 años, con la estatura necesaria no puede conducir? Y para mí la respuesta a esa pregunta es clara: porque lo difícil de conducir no es saber pasar el cambio, o mirar por los espejos, son las innumerables incertidumbres que suceden: los autos del lado, los cruces de peatones, la agresividad en las calles, entre otras.
Con el celular pasa lo mismo, si bien le prestamos el celular para una sola función a los niños, existen momentos en que van apareciendo una serie de variables, que hasta a los adultos nos superan: spam, contenido poco apropiado para la edad, publicidad y también mensajes de estafas. Y es acá también donde damos el espacio para un posible abuso a través de los medios digitales.
En fin, una discusión que probablemente seguirá dándose durante estos años.
Lo que me gustaría recalcar es que, independiente de la decisión que tomemos como familias, lo importante es que nos hagamos cargo de ella: o prohibimos su uso y hacernos cargo del malestar que existe en nuestros hijos, o ayudarles, enseñarles y supervisarlos en su uso. Ya la alternativa de dejar libre o que ellos decidan, se ha demostrado que es un riesgo constante para el niño o adolescente.
Y para hacernos cargo también es necesario cuestionar nuestros propios límites con respecto a nuestra forma de abordar el celular. La pandemia y el teletrabajo rompieron muchos de éstos, causando la invasión del celular en todas partes de la casa. Por lo que hay que hacerse preguntas necesarias e incómodas para muchos cómo: Cuando comparto con mi familia ¿está el celular presente? ¿Apago el celular en algún momento del día? ¿Siento ansiedad si no lo tengo cerca? ¿Soy capaz de dejarlo conscientemente en otra habitación para poder desconectarse?
En conclusión, tenemos que hacernos cargo de enseñar a nuestros hijos/as cómo cuidarse en este momento de tanta virtualidad, y hacernos cargo de nuestros propios síntomas adictivos frente a las pantallas.
Por Andrés Benítez Beas, psicólogo clínico, coordinador área psicosocial, Fundación de Educación Nocedal.