Columna de Arturo Brandt: Ahora sí, volvamos a lo nuestro con energías renovadas
Una vez despejado el debate constitucional y tras los abrazos de fin de año para recibir este 2024, es necesario poner el acento con celeridad en los desafíos pendientes del sector energético nacional durante este ejercicio que ya comenzó.
Ya no hay más excusas para que transcurran los meses, predomine el inmovilismo debido a falta de gestiones o acuerdos políticos, y por ende, no lleguemos a buen puerto con las medidas que apuntan al desarrollo de este sector clave para el desarrollo país y elemento fundamental para la tan necesaria descarbonización.
Entre los desafíos a enfrentar durante 2024, se encuentran la estabilización de las tarifas eléctricas, donde esperamos que el gobierno ingrese la iniciativa legal prontamente al Congreso durante este mes.
Del mismo modo, resulta clave, que en el contexto de la transición energética, se esclarezca la licitación del almacenamiento y se avance en la elaboración de su reglamento.
Requerimos, con cierta urgencia el funcionamiento de la línea de trasmisión Kamal – Lo Aguirre, que sea capaz de evacuar las energías renovables desde el norte a los centros de consumo y terminar con los “vertimientos”.
En materia de construcción del plan de descarbonización al 2030, esperamos llegue a buen término, la etapa participativa que posteriormente de paso a la elaboración de una hoja de ruta con apoyo técnico.
Junto a lo anterior, los ojos también estarán puestos en los detalles del proyecto de Ley de Reforma al Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA) que el Gobierno debiera ingresar al Congreso durante los próximos días. Es urgente una reforma al SEIA a fin de poder agilizar la tramitación de proyectos, especialmente aquellos que dicen relación con la tan necesaria descarbonización. Sin un sistema expedito, no tendremos una matriz eléctrica como la que los tiempos requieren.
En este contexto, existe un acuerdo de todos los sectores políticos para que esto suceda y tal como ha declarado el Presidente de la República hace pocos días, el sistema de permisos ambientales en Chile “ha llegado a un nivel de irracionalidad e incoherencia que no tiene sentido”.
En este debate legislativo probablemente saldrán a flote, las posturas que existen sobre las prioridades que debe abordar la reforma al SEIA y que auguran una serie con muchos capítulos en el transcurso del año.
Lo que sí está claro, es que este 2024 debiera primar sin discusiones, los principios de certidumbre, certeza jurídica y una cancha pareja que permita recuperar el tiempo perdido durante 2023 y volver a lo que nos convoca, que es avanzar e impulsar al sector energético chileno.
La descarbonización presenta una tremenda oportunidad para nuestro país, en donde existen los recursos naturales para avanzar en tal sentido, no la desaprovechemos.
Por Arturo Brandt, senior counsel Grupo Vial Abogados