Columna de Benjamín Donoso y Gonzalo Darraidou: Lavado de manos, un acto simple para combatir la mortalidad infantil

lavado de manos
Lavado de manos, un acto simple para combatir la mortalidad infantil.


Suena tan simple y natural, pero es trascendental pues su práctica frecuente salva miles de vidas al año. Cada 15 de octubre se celebra el Día Mundial del Lavado de Manos, una fecha dedicada a impulsar una de las medidas de higiene más significativas para prevenir enfermedades en el mundo.

Muchas de las enfermedades transmisibles comienzan cuando las manos se contaminan con bacterias y virus en actos tan cotidianos como usar el baño, dar la mano a otras personas, toser, estornudar o tener cualquier contacto con espacios ya contaminados.

La Alianza Mundial para el Lavado de Manos (Global Handwashing Partnership) lo grafica con un ejemplo: un solo gramo de heces humanas puede contener 10 millones de virus y un millón de bacterias, siendo las heces infantiles particularmente patógenas.

Según datos recientes de UNICEF y la Organización Mundial de la Salud (OMS, 2023), aproximadamente 420.000 niños menores de 5 años murieron a causa de enfermedades diarreicas por falta de higiene de manos y otros 600.000 fallecieron por neumonía, enfermedad también asociada al lavado de manos. Se trata de las dos principales causas de mortalidad infantil a nivel global. Si nos centramos en Latinoamérica, la tasa de mortalidad infantil en niños de cinco años es de aproximadamente 17 por cada 1.000 nacidos vivos.

La solución a estas alarmantes cifras es simple: según la Organización Panamericana de la Salud (OPS), lavarse las manos con jabón puede reducir las tasas de diarrea entre niños menores de 5 años a casi 50 por ciento y las infecciones respiratorias, a cerca del 25 por ciento.

El riesgo de contraer enfermedades de este tipo aumenta considerablemente en los campamentos o asentamientos populares, donde solo la mitad de la población tiene acceso a un servicio seguro de agua potable y 3 de cada 4 personas no cuentan con conexión a la red de alcantarillado.

En Latinoamérica, según el World Cities Report 2022 de ONU Habitat, son más de 95 millones de personas viviendo en asentamientos. Para nosotros, mirar para otro lado no es una opción. Nos convoca a movilizar a la sociedad para salvar la vida de miles de niños que viven diariamente esta urgencia.

El desafío es inmenso. Se hace muy necesario redoblar esfuerzos, promover políticas públicas y alianzas renovadas con el mundo privado y organizaciones no gubernamentales con el fin de asegurar metas de reducción de mortalidad infantil, por medio de una estrategia de sostenibilidad que se hace evidente: lograr que haya más equidad en el acceso a recursos tan básicos como el agua potable, infraestructura en salud y educación en higiene.

Conocemos el potencial que tiene el unir fuerzas para hacer grandes cosas. Por eso desde 2021 impulsamos la alianza Softys y TECHO con el programa de inversión social Softys Contigo, que busca construir 2.000 soluciones de agua y saneamiento para beneficiar a 43.000 personas en 8 países de la región.

En un siglo cuyo sello ha sido el avance tecnológico y la innovación, no podemos permitirnos que, por la falta de un acto tan simple y básico como es el lavado de manos, continúen muriendo miles de niños anualmente y no hagamos lo suficiente para revertirlo.

Estamos convencidos de que vamos a transformar esta realidad empezando ahora, paso a paso, sin detenernos. Solo así podemos garantizar una América Latina y el Caribe donde nadie viva sin acceso a agua segura.

Por Benjamín Donoso, Capellán de TECHO- Chile y Gonzalo Darraidou, Director General y CEO Softys.

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