Columna de Camilo Hornauer: Tras 20 años de espera, aprueban norma secundaria para el río Valdivia
Ayer viernes 5 de abril, el Comité de Ministros para la Sustentabilidad, votó a favor de la Norma Secundaria de Calidad Ambiental (NSCA) para la cuenca del río Valdivia. La aprobación es un logro largamente esperado por la ciudadanía y organizaciones sociales y ambientales del territorio. Es la decisión acertada, y nos llena de orgullo a todos quienes trabajamos por el desarrollo de la región, pues es reflejo de un trabajo sostenido y coordinado de los actores locales, pero que al mismo tiempo, nos desafía a seguir avanzando en la línea de un desarrollo sustentable y de uso consciente de nuestro entorno, potenciando pilares económicos como el turismo, con un sello basado en la naturaleza, y una industria con altos estándares ambientales.
Esta normativa establece 10 áreas de monitoreo en la cuenca, donde el Estado destinará recursos para vigilar de manera periódica las características físicas, químicas y biológicas del agua. El contar con estos datos, permitirá identificar cualquier cambio en la composición del agua y posibles deterioros de su calidad, y declarar zonas de latencia o zonas saturadas en los casos que se requiera, generando los planes de descontaminación que correspondan.
Con la norma aprobada, ya son 7 las normativas vigentes para ríos y lagos en el país. Estas Normas Secundarias de Calidad Ambiental (NSCA), establecen valores de concentración máximos de contaminantes, donde su monitoreo y seguimiento permiten resguardar el medio ambiente y asegurar la calidad del agua actual de un ecosistema específico al largo plazo.
Esta normativa llega exactamente después de 20 años del desastre ambiental del río Cruces, que alteró gravemente la biota acuática, provocando la muerte de cientos de cisnes de cuello negro, y que gatilló una profunda conciencia ambiental en la comunidad valdiviana, que hoy demanda la instalación de políticas preventivas que eviten nuevos episodios como el ocurrido en 2004. Con la aprobación de la norma, retomamos el rumbo hacia el tipo de desarrollo que buscamos, contando con herramientas para gestionar y abordar nuevas crisis que puedan aparecer en este territorio.
La mantención y mejora de la calidad de las aguas del río Valdivia, que significa la puesta en marcha de la norma, favorecerá sin duda a todos los sectores sociales y de la economía local. Resguardar la calidad del agua con visión de largo plazo, significa también mantener la tradición de ciudad y corredor ribereño que viene por siglos, y fomenta el desarrollo de actividades de turismo y servicios asociados, en beneficio de los habitantes, visitantes, ecosistemas, y a todas las localidades de la cuenca.
Con la aprobación de la norma no solo gana Valdivia, sino también las comunas de San José de la Mariquina, Lanco, Corral, Máfil, Los Lagos y Panguipulli y la región de Los Ríos en general.
Por Camilo Hornauer, presidente ejecutivo Fundación Plantae.
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