Columna de Carlos Correa: Antivacunas

Johannes Kaiser
Johannes Kaiser se reunirá con mujeres el fin de semana del 8M.


En un programa de televisión, el candidato presidencial Johannes Kaiser planteó que iba a revisar el plan nacional de vacunación, que según él incluía 70 dosis que tenían metales pesados, para que se adhirieran. También planteó un fondo para las “víctimas” de las vacunas que proporciona el Estado de Chile.

Al mismo tiempo, en este medio el ex subsecretario José Miguel Ahumada escribió una columna para contradecir a la vocera y ministra de Ciencias del actual gobierno, que había planteado los múltiples beneficios que había traído para Chile el CPTPP, conocido popularmente y en especial por sus opositores como TPP11. Entre otras cosas planteó que la crítica de entonces de la izquierda seguía siendo justificada.

Si no fuera que el primero es un candidato presidencial con serias posibilidades de pasar a segunda vuelta, y el segundo fue subsecretario del actual gobierno y uno de los ideólogos de la política internacional del Frente Amplio, parecería una humorada o un chiste de la Inteligencia Artificial. Pero es cierto, y preocupante pues muestra lo que vendrá en las discusiones públicas sobre los futuros programas de gobiernos.

Ambos argumentos han sido refutados por especialistas. No son tantas vacunas, y no hay ningún estudio serio que plantee que el Programa Nacional de Inmunización que tiene el Ministerio de Salud sea un riesgo para la infancia. Todo lo contrario, ha permitido tener a Chile en un nivel de mortalidad infantil similar al de los países desarrollados y con enfermedades que fueron amenazas hace solo 50 años, como un triste recuerdo. Por otro lado, los beneficios del CPTPP son indudables y algunos mitos que se dijeron entonces como que Chile no iba a poder hacer reformas laborales o de pensiones han quedado desvirtuados por los hechos.

La pregunta es qué hacemos ante la profusión de dichos que vendrán en el estilo Kaiser o Ahumada. La existencia de voto obligatorio y la necesidad que tienen las candidaturas de captar atención haciendo anuncios altisonantes o soltando bulos llamativos para arrastrar las conversaciones hará que vendrá una inflación de frases de este tipo. Si bien los medios tienen un rol a jugar, no es tampoco justo echarles toda la culpa; pues censurar ideas, aunque sean disparatadas es más peligroso aún.

La única receta posible es que las candidaturas que van primero, los partidos políticos serios de gobierno y oposición establezcan un cerco claro a tales aventuras verbales. Dentro de la derecha debiera haber voces que defiendan el programa de vacunación que han tenido todos los gobiernos, incluyendo el de Piñera que se anotó puntos importantes en su política respecto al Covid.

De la misma manera, los candidatos oficialistas debieran reforzar que una política de tratados comerciales es la mejor protección contra el trumpismo y sus aranceles desproporcionados, una causa que ha tomado la izquierda a nivel mundial. Por ello, es muy valiosa la declaración honesta de la diputada Yeomans, y ese debiera ser el tono y no volver a las viejas campañas del terror contra el comercio internacional.

La misma lógica debiera imperar para los temas de mayor relevancia en las campañas como seguridad ciudadana, empleo, desarrollo y reformas políticas. Que primen los hechos y no las campañas pensadas para levantar clicks. Solo así evitaremos la lucha en el barro que puede convertirse esta campaña presidencial.

Por Carlos Correa Bau, ingeniero civil industrial, MBA.

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