Columna de Carlos Correa: La falsa ventaja de la oposición en las elecciones municipales

Squella Hutt Galilea Macaya


En la antesala de las elecciones municipales y de gobernadores es la oposición la que enfrenta las mayores dificultades, por su posición de ventaja. Este tipo de elección ha sido siempre un predictor de la elección presidencial, y de los giros que tomará el país. Un buen ejemplo de ello es la pasada donde una nueva generación de frenteamplistas y comunistas logró llegar a varias comunas emblemáticas, sentando la base para la llegada de Boric al poder.

En las encuestas aparece Matthei por encima de los 20 puntos y pese al descalabro del pasado plebiscito constituyente, Kast sigue segundo en la contienda con números de dos dígitos. Para que estos datos de las encuestas empiecen a convertirse en realidad es necesario un triunfo contundente en las municipales. Y, por cierto, también en la interna, los Republicanos tienen necesidad de ganar varios territorios emblemáticos, y sacar dentro de los financistas tradicionales del sector la sensación que la alcaldesa de Providencia tiene la carrera ganada.

La capacidad de la derecha para superar sus diferencias internas y presentarse como una opción viable y unificada será determinante en el desenlace de estos comicios y en el futuro del país. Esto requiere no solo de una estrategia electoral bien diseñada, sino un entendimiento cierto entre Kast y Matthei y una definición sobre qué harán con los Demócratas-Amarillos. Ningunearlos es un deporte de alto riesgo, como bien lo vivió el oficialismo en la elección de la mesa del Senado.

El primer paso será la semana que viene, donde se verá si el sector hará primarias. Hasta ahora estarán limitadas a Chile Vamos y sus nuevos aliados de sectores de centro, excluyendo al Partido Republicano, que optará por un pacto independiente. Una segunda etapa es si efectivamente ocurren pactos por omisión entre Chile Vamos y el Partido Republicano. Esto sugiere una estrategia de cooperación tácita para consolidar fuerzas y maximizar las posibilidades de éxito. Aquí la Teoría de Juegos nos dice que, si cada uno busca maximizar su posición, la posibilidad que se quiebren los acuerdos es mayor. Kast es el desafiante y, por ello, hizo su primera jugada anunciando candidaturas en comunas que están en manos del oficialismo, e hizo ver que está disponible para competir en las del sector oriente.

Un momento decisivo es lo que ocurrirá en Providencia. Aunque no lo ha dicho, es una realidad que la alcaldesa no repostulará y buscará posicionar a Jaime Bellolio. Pero los republicanos no pueden permitir con tanta facilidad este despegue de Matthei. El riesgo está en que dos candidatos de derecha en una de las comunas bisagra de las elecciones en Chile, puede permitir un triunfo de la centroizquierda.

La elección de gobernadores es también necesario ganarla al menos en las regiones más pobladas. Pero pareciera que hay poco interés, pues la oposición no ha levantado candidaturas, o ha presentado alguna de menor cuantía, como es el caso de la Región Metropolitana. El poder que tienen los gobernadores por la cantidad de votos, los recursos que manejan y la validación que han logrado, hacen que esta contienda también influya en la presidencial. El problema de la derecha en este caso es la falta de elenco, pues los mejores prefieren guardarse para ser ministros de un seguro gobierno de derecha. Entre tanta agenda personal, y dificultades para acuerdos en la oposición cuando están prácticamente ganados, se les puede diluir la elección presidencial de 2025.

Carlos Correa, Ingeniero Civil Industrial, MBA.

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