Columna de Carlos Cruz: Inversiones en infraestructura vial, un camino prometedor
En medio de los desafíos y obstáculos que enfrentamos como país en la búsqueda de progreso, cada cierto tiempo surgen noticias que llenan de optimismo y nos recuerdan que la colaboración público-privada es una vía efectiva para un crecimiento inclusivo.
Recientemente, se ha dado a conocer que tres postulantes han manifestado su interés en asociarse con el Estado, a través de la Ley de Concesiones, para la construcción, explotación y mantenimiento de una nueva conexión vial en la zona sur poniente de Santiago, la Autopista Orbital Sur. Esta noticia representa una inversión superior a los US$ 500 millones, con un impacto significativo en la movilidad, beneficiando a casi medio millón de personas, según indicó la autoridad.
La Autopista Orbital Sur tiene el potencial de ofrecer una ruta eficiente y de calidad para aquellos que viajan entre la Ruta 78 y la Ruta 5 Sur. Además de aliviar la congestión, la obra abrirá oportunidades de desarrollo urbano contribuyendo a abordar el problema habitacional presente en la capital.
Se trata de una señal poderosa en ámbitos fundamentales. En primer lugar, demuestra el compromiso del gobierno a través del Ministerio de Obras Públicas con la expansión de infraestructura crucial para el país mediante financiamiento privado.
A pesar de las dudas planteadas en el pasado, se mantiene firme la apuesta por las asociaciones público-privadas, como un medio para comprometer inversiones con un gran potencial. Esto subraya que -independientemente de las aprehensiones de algunos-, se ha alcanzado un consenso sobre la importancia de estas formas de asociación para impulsar el crecimiento y el bienestar de la población.
Esta noticia también refleja que, cuando existen proyectos sólidos, empresas privadas de renombre están dispuestas a aportar sus recursos y tecnología para el desarrollo a largo plazo.
Es de esperar que la adjudicación de este proyecto se lleve a cabo lo más pronto posible, permitiendo que la empresa responsable comience las obras pronto.
En un contexto en que el país necesita reactivación, la concesión de una obra de esta magnitud debería inspirarnos a explorar las oportunidades que el sistema de concesiones ofrece para acelerar las inversiones.
Además de las iniciativas en etapas de estudio y licitación, existe una cartera importante de adecuaciones de concesiones en operación para cumplir con las exigencias del programa de “buen vecino”. Merecen nuestra atención las adecuaciones que tienen un valor de US$ 3 mil millones -en fase de tramitación- y hay otras por US$ 3 mil millones, en negociación.
Acelerar estos procesos -especialmente cuando se originan en mejoras destinadas a inversiones existentes incentivadas por el Estado-, es de vital importancia en momentos en que se busca una mayor calidad de servicios y se requiere empleo a nivel nacional.
Las noticias en torno a la Autopista Orbital Sur son un recordatorio del potencial de colaboración entre el sector público y privado para impulsar inversiones que fortalecerán la infraestructura y el crecimiento de Chile.
Por Carlos Cruz, director ejecutivo, Consejo de Políticas de Infraestructura (CPI).