Columna de Claudio Pérez y Gastón Alvear: Políticos Tik Tok
En las últimas elecciones hemos visto cómo las redes sociales se llenan de campañas por un lado u otro, de políticos repitiendo consignas cortas para llegar a un electorado que quiere toda la información en pocos segundos.
Un fenómeno que viene desde la última década, ya que la política ha experimentado una transformación vertiginosa, catalizada por la irrupción de figuras que podríamos denominar “políticos TikTok”, que deben ser entendidos como actores, inspirados en la naturaleza viral y efímera de la popular aplicación de videos cortos, que han emergido como fuerzas influyentes y a veces carismáticas, en el escenario político, aprovechando la atención rápida y la inmediatez para ganar seguidores, pero a menudo sacrificando la profundidad y la sostenibilidad en sus mensajes. No buscan deliberar en la esfera pública y no invitan al diálogo para la construcción de acuerdos, solo actúan en la dinámica amigo-enemigo.
La tendencia se ha acentuado con los resultados de los últimos procesos electorales desde 2019, que han revelado una creciente desconfianza y descontento en la ciudadanía. Sumado a esto, la crisis de representación ha creado un terreno fértil para el ascenso de estas figuras de izquierda y derecha, cuya llegada plantea una amenaza real para la credibilidad del sistema democrático.
En este escenario, es imperativo que como ciudadanos identifiquemos con claridad a estos actores y reconozcamos la importancia de volver a enfocarnos en la política a mediano y largo plazo. La democracia, como régimen, necesita líderes que vayan más allá de la necesidad de pantalla, que ofrezcan propuestas fundamentadas y que estén respaldados por partidos políticos comprometidos con valores democráticos sólidos. La superficialidad en la política no solo socava la calidad del discurso público, sino que también amenaza la estabilidad misma de la democracia, aumentando la desconfianza en los actores políticos y erosionando las instituciones.
Es responsabilidad de la ciudadanía elevar sus estándares y exigir un compromiso más profundo por parte de aquellos que aspiran a liderar. Una responsabilidad importante en esto también la tienen los partidos de los “políticos TikTok” que no generan incentivos que permitan que los debates se realicen más allá de “cuñas” y de esta forma promover las ideas y propuestas de largo plazo.
Recuperar la confianza en la política implica un cambio cultural, donde la ciudadanía valore la sustancia sobre la forma, la coherencia sobre la retórica efímera. Los partidos políticos, por su parte, deben desempeñar un papel fundamental al promover líderes capacitados y comprometidos con la construcción a largo plazo de una sociedad justa y equitativa. En este momento crítico, es vital reconocer que la democracia no es un bien garantizado, sino un proceso que requiere atención constante y participación ciudadana informada. Solo al comprometernos con políticos que buscan la profundidad en lugar de la popularidad efímera, podremos resguardar y fortalecer nuestra democracia ante el lento pero persistente proceso de erosión que enfrenta y así aspirar a volver a contar con liderazgos políticos que nos permitan a soñar con un mejor país para las futuras generaciones.
Por Claudio Pérez, director ejecutivo del Centro de Estudios del Desarrollo y Gastón Alvear, académico UDP