Columna de Clemente Yapur: “Educación como motor del financiamiento”

El 2021 presenciamos un auge en la industria del capital de riesgo, impulsado principalmente por las grandes reservas existentes en los fondos y la entrada de nuevos actores en la industria. Esto se tradujo en una inversión global en Venture Capital un 92% superior al 2020, según datos de Crunchbase.

Junto con esto, la locura creada en cuanto a las valorizaciones y la presencia de estos hitos en los medios de comunicación, con el anuncio diario de nuevos levantamientos, o nuevos “unicornios”, hizo que los emprendedores empezaran a creer que levantar capital era algo, al menos, no tan complejo. Sin embargo, la realidad actual es diferente.

El complejo panorama que vemos hoy en día se refleja, por ejemplo, en cómo las startups latinoamericanas recaudaron un 81% menos en mayo, lo que representa el mayor descenso interanual en lo que va del año. Esto habla, por un lado, sobre las dificultades para levantar capital y por otro, sobre el cambio de paradigma.

En este contexto, es importante que los emprendedores sean capaces de adaptarse, entendiendo tanto el entorno macroeconómico como microeconómico en el que nos encontramos. De esta forma, podrán tener a mano las herramientas idóneas que permitan desarrollar una estrategia ad hoc al timing y necesidades de la empresa, pero también del entorno.

Para esto, y sin importar en qué etapa se encuentre la empresa, el educarse es la piedra angular para generar una estrategia sólida de fundraising que permita un proceso exitoso. El conocimiento que los emprendedores deben adquirir debe ser integral, ya que no basta simplemente con conocer al revés y al derecho lo relacionado con la empresa, sino que también es importante entender las reglas del juego y lo que implica elegir una opción de financiamiento por sobre otra.

Sumado a esto, el relato es un elemento fundamental en la estrategia, algo que hace sentido graficar con la cita del escritor nacional Francisco Ortega en su libro Bahamut: “quien conoce la historia, narra la historia, y quien narra la historia, controla la historia”. ¡Cuánta razón tiene! El ser un buen storyteller y el adaptar esa narrativa a diferentes contextos, contrapartes y momentos es clave. Una vez consigas una reunión con un inversionista, es un one shot en que debes entregar todo como emprendedor, independiente del escenario coyuntural en el que te encuentres.

Para que este tipo de conocimiento llegue a todos y todas las emprendedoras del país, necesitamos trabajar en un ecosistema más sólido, integral y sobre todo colaborativo, que permita un acceso más oportuno y eficiente para el financiamiento de sus ideas.

Con una tasa de desocupación del 8,7% en el primer trimestre móvil febrero-abril de acuerdo al INE, lo planteado adquiere aún mayor relevancia, ya que como hemos demostrado en estudios de Endeavor, las Scaleups representan solo el 1% de las empresas, pero generan el 42% de los nuevos empleos. Es fundamental que un segmento de empresas que impulsa el desarrollo de la economía cuente con una estructura sólida que permita a los emprendedores acceder a financiamiento de forma transversal. Este es un tema que debería preocuparnos a todos y todas a nivel país.

El emprendimiento es resiliente, pero también tenemos que ser capaces a través de colaboraciones público-privadas, de entregarles a los emprendedores más educación y sofisticación en materia de levantamiento de capital. La disciplina no se trata de perfección, sino de continuidad, y es ahí donde la educación juega un rol fundamental.

* El autor es director de Access to Capital de Endeavor Chile.