Columna de Cristián Valenzuela: ¿De quién es el hoyo fiscal?

El verano 2025 ha dejado dos conclusiones evidentes: el manejo de la política fiscal es un desastre y la directora de Presupuestos se ha convertido en un peligro para las finanzas públicas.
El 1 de octubre de 2024, la Dirección de Presupuestos publicó el informe de finanzas públicas del tercer trimestre. En la proyección de ingresos para el 2024 se estimaba que los ingresos llegarían en torno a los $ 69 billones. Cuatro meses después, el informe del cuarto trimestre revelaría que los ingresos cíclicamente ajustados serían de $ 66 billones. Es decir, la directora de Presupuestos se equivocó en alrededor de $ 3 billones, si consideramos la brecha entre octubre y febrero. Pero la diferencia sube a casi $ 5 billones si consideramos la planificación anual que venía desde fines de 2023.
Según el ministro Marcel, Javiera Martínez es la mejor directora de Presupuestos desde 1990 por su dedicación y honradez, virtudes muy destacables, pero insuficientes para el cargo de guardiana de las finanzas públicas. Que trabaje y que no se robe la plata es lo mínimo que se le puede exigir a un funcionario público, aún más si se trata de una autoridad. Pero lo más relevante para el cargo de directora de Presupuestos es que sepa sumar y restar, proyectar ingresos, recortar gastos y hacer una planificación adecuada del funcionamiento presupuestario del Estado. Y, al parecer, Javiera Martínez no solo desconoce las operaciones básicas, sino que derechamente ni la calculadora sabe usar.
“Seremos responsables con las finanzas públicas”, decía el Presidente Boric al dar a conocer la Estrategia Nacional del Litio en abril de 2023, prometiendo que los recursos transitorios del litio se ahorrarían para inversiones de largo plazo. Sin embargo, apenas unos meses después, fue el ministro Marcel quien acudió desesperado al consejo de la Corfo para solicitar US$ 1,5 billones para cuadrar la caja fiscal. ¿Cuál fue la excusa? “Permitió evitar el endeudamiento”, afirmó Marcel, y de hecho, alabó a la directora Martínez, diciendo que había actuado correctamente, cuidando el patrimonio fiscal y ahorrando al Fisco futuros intereses anuales por más de US$ 200 millones. O sea, lejos de criticarla hay que hacerle un homenaje.
Pero lo que no dice Marcel es que el endeudamiento también se puede evitar gastando menos. Usar ingresos transitorios, ahorrados como activos financieros, para financiar gastos corrientes y permanentes es absolutamente irresponsable. Pero hacerlo chantajeando a la Corfo y apurando la liquidación de los activos es sencillamente criminal.
“El consejo considera que esta desviación es extraordinaria en magnitud para un año sin crisis, superando los promedios históricos de desvíos”, afirmo el Consejo Fiscal Autónomo (CFA) en un comunicado emitido a la misma hora que el ministro Marcel regresaba de vacaciones y se dirigía a la prensa, bajo la mirada atenta y complaciente de la directora Martínez. El mismo CFA que hace un mes, antes de conocer estas cifras, advertía como riesgo en el proyecto de pensiones la situación del balance estructural, haciendo un llamado a converger a un balance estructural de equilibrio. Curiosamente, ocurrió todo lo contrario: en vez de converger al 0%, se disparó al -3,2%.
La responsable del deterioro fiscal y del mal manejo de las finanzas públicas es, sin duda, la directora de Presupuestos. Pero seguidamente, el ministro de Hacienda tiene una gran cuota de responsabilidad, no solo en la supervisión del trabajo de la Dipres, sino esencialmente en que la siga sosteniendo en el cargo y alabándola después de cada error que cometen. Pero la responsabilidad no se termina ahí: son igualmente cómplices del grave estado de las finanzas públicas los que con sus votos o abstenciones han permitido que este gobierno profundice la crisis fiscal que venimos arrastrando desde la pandemia.
Los presupuestos 2023, 2024 y 2025 no se aprobaron solos. La reforma de pensiones no se aprobó sola. La burocracia del nuevo Ministerio de Seguridad; los compromisos financieros con la CAF; el costo fiscal extra de las 40 horas y de cada una de las reformas en que la derecha tradicional ha apoyado a este gobierno no se aprobaron solas.
Por lo tanto, antes de apuntar con el dedo, exigir responsabilidad y prometer recortes de presupuesto, son los diputados y senadores de Chile Vamos quienes tienen que hacer un examen de conciencia y asumir su propia responsabilidad en cavar el hoyo fiscal que tenemos.
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