Columna de Cristián Valenzuela: Nunca los vamos a dejar solos

Boric Incendios


Fueron 45 mensajes, entre el 1 y el 7 de febrero, donde el Presidente Boric expresó sus preferencias noticiosas esta semana en la red X. Por lejos, lo más recurrente fue la economía, donde posteó y reposteó 15 veces sobre el Imacec, las exportaciones, el salario mínimo y el sesgo de algunos medios de comunicación en el tratamiento de las noticias. En segundo orden, la visita a Uruguay, noticias sobre transporte y la posición gubernamental sobre el conflicto en Gaza. En menor medida, posteó sobre pensiones, deuda histórica, seguridad, salud y medioambiente. Nada más.

A un año del incendio en Viña del Mar, la peor tragedia en Chile desde 2010, donde murieron 137 personas y hubo más de 15 mil damnificados, el Presidente Gabriel Boric no ha tenido una sola palabra en sus redes para referirse al trágico hecho ni a la reconstrucción fallida que su gobierno lidera. Ni hablar de conferencias de prensa –que no realiza desde hace más de 100 días– o de visitas a la zona, que no ocurren hace meses. Había esperanza de una visita este jueves, cuando se ausentó de La Moneda, pero se supo que andaba en “actividades privadas”, un eufemismo cada vez más recurrente.

Ninguna sola palabra. Ningún gesto. Ninguna imagen.

Fue a las 20.34 del viernes 2 de febrero del 2024 cuando el Presidente Boric primero se pronunció sobre el incendio en la Región de Valparaíso. A esa hora, cientos de viviendas habían sido arrasadas y decenas de personas habían fallecido, atrapadas entre las llamas. “He instruido a la ministra del Interior que realice el Cogrid nacional mañana sábado a las 8.00 am”, escribía el Presidente, desconectado completamente de la gravedad de los hechos. A las 23.34, el Presidente volvió a postear, adelantando la reunión del Cogrid y anunciando que decretaba el estado de excepción por catástrofe. Luego de eso, no se supo nada más del Presidente. Al día siguiente, recién a las 9.30, el Presidente volvió a postear sobre la emergencia, esta vez con una imagen de él en su oficina hablando por teléfono –con cara de concentrado y preocupado–, acompañado de un texto donde señalaba que ya estaba en La Moneda para “seguir monitoreando la emergencia”. Luego, pasado el mediodía, volvería a postear para reafirmar su preocupación, dando cuenta del sobrevuelo que realizó por la Región de Valparaíso, a la que recién llegaría en forma presencial 48 horas después de la emergencia.

Al igual que esas 48 horas iniciales, donde el Presidente demostró su escasa conexión con la gravedad y extensión de la emergencia, hoy es incapaz de comprender el nulo avance de la reconstrucción de la zona y la desesperación que los vecinos expresan por el abandono total que sufren por parte del Estado.

Una desconexión y un silencio indolente del Presidente Boric que contrasta con las promesas de hace solo un año. “Como gobierno y como Estado vamos a estar todo el tiempo que sea necesario, porque no los vamos a dejar solos”, decía el Presidente en un punto de prensa, acompañado de la ministra Vallejo, que oficiaba de enlace; del subsecretario Monsalve, y de la ministra Toro. ¿Dónde están esas figuras? La primera, de prenatal y negando su rol en la emergencia; el segundo, preso por violación, y la tercera, incapaz de construir más de ocho casas en 12 meses.

A los pocos días, el visionario Presidente agregaría, en un Movistar Arena repleto de ciudadanos solidarios, que “hay un momento, queridos y queridas, en que seguramente el incendio no va a ser la principal noticia del país. Pero sepan que cuando eso pase, va a haber muchas familias que van a seguir necesitando de nuestro apoyo y nuestra solidaridad. Les quiero decir que nunca, nunca los vamos a dejar solos”. Conmovedor. La reencarnación del Padre Hurtado.

Pero la cruda realidad es otra. El Presidente Boric, cual embustero, usa frases altisonantes como “nunca los vamos a dejar solos”, “los vamos a buscar por cielo, mar y tierra” o “yo le creo”, que están llenas de poesía, pero vacías de contenido. Y las repite constantemente, creyendo que por ese solo hecho se harán realidad.

“Nunca los vamos a dejar solos” es la mentira más recurrente de este gobierno. Porque si hay algo que ha hecho bien este gobierno es, precisamente, dejar solas a las víctimas de la delincuencia, a las víctimas de violación y a las víctimas de los incendios, por nombrar a algunas de las tantas víctimas de este gobierno. Y ese será su mayor legado: un pliego de discursos llenos de fanfarronería y petulancia, pero que a la hora de cumplir las promesas quedará en deuda, al igual que las cuentas fiscales, por la irresponsabilidad y la falta de pudor de quienes nos gobiernan.

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