Columna de Cristóbal Osorio: A voto obligatorio, ganancia de la derecha
Una de las novedades más desapercibidas de la reciente elección fue la instauración del voto obligatorio e inscripción automática, en la primera elección periódica o regular. Esto, pues las anteriores elecciones bajo este régimen fueron extraordinarias, bajo el proceso constituyente.
Así, lo que pasó en las jornadas del 26 y 27 de octubre fue el establecimiento de una línea de base para todas fuerzas políticas que incidirá en sus planificación electoral y relato.
¿Pero qué dicen los números si los comparamos con las elecciones pasadas municipales y regionales de 2021?
Lo primero y más evidente es que creció la masa de votantes de manera significativa, pasando de 6,5 millones a 13,1 millones, conforme a la elección de gobernadores de 2021 y 2024, lo que representa un incremento de 6,6 millones de nuevos electores, equivalentes al 51% del universo de participación electoral.
¿Cómo se comporta esta ingente nueva masa electoral?
Siguiendo la elección de gobernadores -que es la que más votos allegó este 2024-, es posible afirmar que el fenómeno de la desafección electoral pasó del abstencionismo al voto nulo y blanco. Esto, pues 2,3 millones de personas optaron ahora por ninguna preferencia, pese a ir a votar. Un número abismalmente superior respecto de 2021, cuando anularon o votaron en blanco unas 397 mil personas
Dicho de otro modo, 17,8% de los electores prefirieron no inclinarse por ninguna alternativa a gobernador este 2024.
Esta desafección fue muy menor a nivel de alcaldes, la que nos permite observar una mayor capilaridad respecto de las preferencias por bloques. Respecto a los comicios de alcaldes, los números muestran que las listas de izquierda o centroizquierda -con fuerzas políticas que compitieron en ambas elecciones- obtuvieron un bono de un millón de nuevos votos entre 2021 y 2024, mientras que las listas de derecha o centroderecha con fuerzas en la misma situación, estuvieron cerca de doblar ese bono con 1,8 millones de nuevos votos.
Sin embargo, no es la elección de gobernadores ni la de alcaldes la que muestra el peso de los partidos, sino la de concejales, pues en estas -al competir por listas y no de manera uninominal- suelen participar todas las fuerzas políticas de un territorio.
Pese a que la desafección vuelve en este nivel de concejales, con 21,4% de votos nulos y blancos, la tendencia de beneficiar a la derecha se reitera en el marco del voto obligatorio e inscripción automática. Mientras que los partidos oficialistas e independientes dentro de pacto incrementan sus votos en 853 mil entre las elecciones de concejales de 2021 y 2024, la oposición lo hizo en 2,3 millones. Es decir, 2 de cada 3 nuevos electores de concejales que se inclinaron por algún pacto, lo hicieron por los correspondientes a Chile Vamos o republicanos.
Ahora se entiende por qué el gobierno quería dejar sin efectos las multas y transformar la elección en una de voto voluntario, de facto.
Por Cristóbal Osorio, profesor de Derecho Constitucional, Universidad de Chile