Columna de Dorotea López: Impactos de las elecciones de Estados Unidos

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La elección presidencial de los Estados Unidos es quizá uno de los hitos más analizados por sus implicancias propias y los efectos en nuestra región. Un país donde los electores tienen una desazón general con la democracia y la caja de herramientas que el Estado tiene para enfrentar temas que obsesionan a los electores como la migración y la seguridad.

Los lazos históricos que nos unen y nuestra interdependencia, en términos económicos, políticos, sociales y culturales merecen debates y análisis profundos. Resulta imposible escribir sobre los impactos que el resultado del 5 de noviembre tendrá en una sola América Latina. México, “tan lejos de Dios y tan cerca de los Estados Unidos”, presenta una complejidad única por la alta dependencia, además que enfrentará una futura negociación del T-ME, los efectos en el nearshoring, la política migratoria, la presencia china, y una nueva Presidenta entre otros. Centroamérica con desafíos similares, en especial migratorios, impositivos con las remesas y la posibilidad que Trump agudice el retiro de Estados Unidos de los espacios democráticos como sería también en el caso de Venezuela.

Entonces viendo el Sur, al que sin duda los últimos años Estados Unidos ha prestado menos atención, tanto demócratas como republicanos, y que progresivamente ha incrementado su dependencia económica de China relegando a Estados Unidos a un segundo lugar, pero con importante posición inversora. El comercio y las posibilidades de aumentar la participación en la nueva conformación de cadenas regionales, la necesidad de atraer inversiones, controlar el narcotrafico y la seguridad, y la migración son desafíos compartidos en la relación con Estados Unidos de cada uno de los países del Sur. La situación de Venezuela y su impacto regional, otro tema más particular. Un continente con insuficiencia de oferta de políticas públicas que parezcan serias.

En materia internacional el abandono del multilateralismo que Trump inició en su primer gobierno, sugiere que su victoria lo profundizará y de forma más radical sin una posible reelección. Si bien en ciertos espacios los demócratas no demostraron un pleno regreso al mismo, pero al menos en cambio climático han tenido una postura más cercana a la realidad de nuestros países y a la continuidad en buscar soluciones globales. Reavivar la competencia con China, propuesto por Trump, puede significar un gran desafío para los países de la región. Lo que conocíamos cada vez sirve menos por lo que el sistema tiene que repensar la normalidad.

Para Chile y Brasil la posición valórica de Kamala Harris es más cercana, no sólo en cuanto a los Derechos Humanos y de la mujer, también en su postura frente al multilateralismo y la integración. La situación de economía emergente y relacionada con China, es posible que tendrían más problemas con una victoria republicana. Ecuador, Bolivia y Perú con sus desafíos internos y su cercanía china no podrán esperar presencia en ninguno de sus desafíos internos. Colombia con un Presidente más cercano a Kamala sin duda. Argentina donde cabe la duda de si en realidad Trump es más cercano y esto cambiaría por la relación con Milei y Musk. Venezuela es un enigma desesperanzado.

Es necesario entender quién conformará el Congreso, pero hay más preguntas que respuestas, y más miedo que una segunda etapa de Trump sea aún más agresiva con la región y más aislacionista. Hacer América Grande Nuevamente no nos incluye en su programa y eso ha sido claro. ¿Es posible que esta elección sea un punto de inflexión en nuestra relación?

Por Dorotea López, directora del Instituto de Estudios Internacionales U. de Chile