Columna de Eduardo Bitran: Índice Latam de Inteligencia Artificial ILIA 2024: Ventajas y Desafíos para Chile

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Índice Latam de Inteligencia Artificial ILIA 2024: Ventajas y Desafíos para Chile


La semana pasada se dio a conocer la segunda versión del indicador de Inteligencia Artificial (IA) para América Latina y el Caribe (ILIA). Chile, Brasil y Uruguay lideran a nivel regional, a cierta distancia del resto de los países de la región, pero todavía lejos de los países del hemisferio norte, siendo Chile el número uno en el ranking. El índice considera tres subíndices: factores habilitantes; investigación, innovación, desarrollo y adopción (I+D+A); y Gobernanza. Chile lidera en factores habilitantes y gobernanza y es segundo en I+D+A.

En los factores habilitantes para el desarrollo de la IA, Chile destaca en la infraestructura, en particular la conectividad digital, siendo la penetración de la tecnología de 5G una de las principales ventajas respecto al resto de los países, el informe destaca el cambio de la política de asignación del espectro radioeléctrico, pasando de un enfoque de asignación en base a un concurso de atributos cualitativos (“concursos de belleza”) a uno de licitación, aun cuando la regulación no ha evolucionado, debiendo el regulador forzar un empate en las ofertas cualitativas, para proceder a la licitación. En infraestructura, Chile está rezagado en la disponibilidad de datos públicos respecto a Brasil y Uruguay. La ley de Protección de Datos aprobada en Chile requiere que la generación de datos públicos con fines de investigación tenga la autorización de cada persona. Siendo el área de la salud uno de los ámbitos de mayor uso potencial de IA, la reciente aprobación legal en Chile de la ficha clínica interoperable, que permite que la historia clínica esté disponible para el paciente, independiente del prestador, no quedaría en forma anónima disponible para estudios de ciencia de datos que permitan entrenar modelos predictivos de inteligencia artificial con la información de la población chilena, limitando el uso de IA en salud. La disponibilidad de capacidad computacional de alto desempeño (HPC), sería también un factor limitante para el desarrollo de la IA, siendo Brasil Uruguay, Argentina y Colombia los países que llevan el liderazgo. No obstante, Chile a través de ANID está financiando la expansión de la capacidad de computadores de alto rendimiento en las dos principales universidades chilenas, lo que permitirá avanzar en cerrar esta brecha, al menos a nivel de investigación universitaria. Chile destaca en el uso de servicios en la nube, ocupando el primer lugar de LATAM. No obstante, el desarrollo de la IA requiere el uso intensivo de internet y de IOT conectado a infinidad de sensores. El protocolo de Internet prevaleciente en LATAM es el IPV4, aunque ya está disponible desde el 2012 un nuevo protocolo, el PV 6, mejora sustancialmente la calidad de servicios de internet integrados. Algunos países han adoptado casi íntegramente el protocolo IPV6, que, de acuerdo con el propio estudio, “es crucial para la disponibilidad una estructura de red más robusta”. Estos países son: Uruguay Brasil y México, Chile está atrás en este indicador.

Chile lidera en talento y este se considera uno de los factores habilitantes más relevantes para el desarrollo de IA. Lo más destacable es el liderazgo de Chile en talento humano avanzado, disponemos de una masa crítica de investigadores en ciencia de datos y un esfuerzo notable en educación continua en ciencia de datos e inteligencia artificial. Existe un doble desafío, por una parte, que el capital avanzado en las universidades se enfoque en aplicaciones relevantes para nuestros sectores productivos y desafíos sociales y por otro que las empresas incorporen en sus estrategias de productividad la IA y que incorporen especialistas en ciencia de datos al interior de las organizaciones trabajando cercanamente con los expertos en los procesos relevantes, esta reorientación del talento humano avanzado tiene un alto potencial de aumento de productividad en ámbitos claves de la economía chilena. Esta debilidad es coherente con los resultados del indicador de I+D+A. Chile está segundo detrás de Brasil. Su fortaleza está en la investigación y productividad científica, no así en Innovación, desarrollo y adopción. La alta disponibilidad de capital humano avanzado en las universidades, con insuficiente foco en aplicaciones que conducen a innovación y escasa incorporación de capital humano avanzado en ciencia de datos e IA en la empresa son factores que limitan el impacto de la IA en el desarrollo del país. El argumento del estudio es que la innovación, desarrollo y adaptación está condicionado por la estructura productiva, los países con mayor capacidad industrial en sectores manufactureros y tecnológicos que tendrían ventajas para innovación y desarrollo en IA. Chile está más orientado a los recursos naturales y menos a industrias intensivas en tecnología. No obstante, Chile enfrenta serios desafíos de productividad y sostenibilidad en las industrias exportadoras vinculadas a recursos naturales; las que explicaron el boom que nos permitió aumentar el ingreso per cápita del país de menos de US$ 10 mil per cápita a principio de los noventa a sobre US$ 20 mil a principios de este siglo. Luego de esta “época de oro” hemos tenido un estancamiento de productividad y desafíos importantes de sustentabilidad, que explican en buena medida las dificultades que enfrentamos para converger a los ingresos per cápita de los países desarrollados. Junto con diversificar y sofisticar el aparato productivo debemos incorporar la inteligencia artificial en los sectores vinculados a recursos naturales y al sector energético renovable, donde tenemos una dotación privilegiada de recursos, para aumentar productividad, reducir impactos ambientales, aumentar eficiencia energética y reducir residuos y emisiones; y también apoyar la gestión de sistemas energéticos eléctricos con mayor variabilidad debido a la penetración de energías renovables intermitentes.

En síntesis, Chile está en buen pie, debido a la disponibilidad de talento e infraestructura para subirse a esta revolución tecnológica, sin embargo, esto es solo una condición necesaria para aprovechar la IA para resolver nuestros desafíos de productividad, sostenibilidad y crecimiento. Para lograr el impacto que se espera, se requiere, por una parte, enfocar las capacidades científicas en ciencia de datos en desarrollar aplicaciones orientadas a los principales desafíos de nuestros sectores productivos y sociales y por otra que el sector empresarial fortalezca la capacidad de innovar incorporando capital humano avanzado en IA que se enfoque en el mejoramiento de los procesos de negocios de las empresas y organizaciones.

Por Eduardo Bitran, Profesor Titular Facultad de Ingeniería y Ciencias UAI, Presidente Hub Apta, y Director Espacio Público

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