Columna de Elisa Walker: Estado social y democrático de derecho

Por años, la noción de Estado social y democrático de derecho fue resistida en nuestro país por quienes apoyaban la Constitución del 80. Lo entendían como un fortalecimiento de las facultades del Estado y, consecuentemente, una restricción a la libertad. En la actualidad, el Estado social y democrático de derecho ya no se cuestiona, puesto que forma parte de las 12 bases del nuevo proceso constituyente. A pesar de lo anterior, muchas veces cuesta transmitir la importancia de esta noción y cuál es la diferencia que genera en comparación con la noción de Estado subsidiario que inspiró la Constitución vigente.

Esta semana se inició la labor de la Comisión Experta. En su primer día de funcionamiento, fueron especialmente valiosas las palabras de su presidenta, la constitucionalista Verónica Undurraga. Ella reflexionó sobre el sentido de la palabra respeto, comprometiendo que éste estuviera presente en la labor de la Comisión.

Undurraga explicó que la palabra respeto está relacionada con el ejercicio de mirar y, en particular, representa el hecho de detener la mirada en la persona que tengo al frente. En su discurso expresó que ese ejercicio de respeto implica que nadie se sienta invisible, que nadie se sienta ni vencido ni vencida, que exista preocupación del bienestar de las personas, consideración a sus proyectos de vida, todo esto como manifestación de la dignidad de ellas.

Las palabras de Verónica Undurraga no se limitaron a describir únicamente la impronta con la que quiere desarrollar su función de presidenta, sino que describió la labor encomendada de la Comisión Experta, esto es, el establecimiento del Estado social y democrático de derecho. Esta noción, que también se regula en Alemania y España, graficada como el “detener la mirada en la persona que tengo al frente”, deja de lado la noción individualista que inspira la Constitución actual, y releva la importancia de la vida en comunidad, de que hay un vínculo social entre las personas y que el desarrollo de unas depende del desarrollo de otras.

¿Por medio del Estado social y democrático de derecho se fortalece el Estado? Sin duda alguna. La Constitución vigente limita al Estado a un rol subsidiario, en el que solo puede actuar si nadie más puede desarrollar la función encomendada. El Estado social y democrático de derecho no relega al Estado, sino que éste debe liderar las políticas públicas para efectos de respetar la dignidad de las personas.

¿El Estado social y democrático de derecho restringe libertades? No, muy por el contrario, las fortalece. El respeto a la persona humana, y el consecuente respeto a la libertad de las personas, requiere del apoyo de unos con otros, representando justamente el fundamento del Estado social y democrático de derecho.

Sin duda alguna, la presidenta de la Comisión Experta tiene clara la labor encomendada.

Por Elisa Walker, abogada