Columna de Evelyn Stevens: Evaluación Ambiental 2.0 y Desarrollo Sostenible

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Tras 30 años de funcionamiento de uno de los principales instrumentos preventivos de gestión ambiental, como es el Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA), hoy nuestro Congreso está discutiendo en paralelo dos proyectos clave que apuntan a un mejor desarrollo sostenible del país.

Por un lado, la “Evaluación Ambiental 2.0″ busca disminuir los tiempos de tramitación para las comunidades e inversionistas, fortalecer el SEIA y la Evaluación Ambiental Estratégica (EAE) y mejorar la participación de la ciudadanía, al incorporar criterios recogidos por diversos instrumentos internacionales que Chile ha suscrito, como el Acuerdo de Escazú. Por otro lado, el proyecto “Ley Marco de Autorizaciones Sectoriales” busca agilizar y optimizar los tiempos de tramitación de las 380 autorizaciones sectoriales o no ambientales otorgadas por 37 tipos de servicios públicos, mediante la creación de un Sistema para la Regulación y Evaluación Sectorial (conocido como Sistema Inteligente de Permisos).

Así, ambas iniciativas legales coinciden en un nuevo intento de optimizar el funcionamiento del SEIA en lo que respecta a los tiempos que requiere la evaluación y, específicamente, intervenir los plazos excesivos que ha tomado la tramitación de la parte sectorial de los permisos mixtos. Además, la buena noticia es que ambos proyectos han avanzado en sus respectivas instancias de aprobación lo que demuestra consenso en la urgencia.

Mejorar el proceso de evaluación ambiental avanzando en enfoques más integrados de análisis y buscando que la complejidad de las exigencias a las iniciativas evaluadas sea proporcional a su riesgo, nos dará un nuevo marco de certeza jurídica, que beneficiará a todos los actores que participan de la evaluación de proyectos de inversión públicos y privados.

Entendiendo la magnitud de los cambios que necesitamos, el desafío para nuestro Congreso es lograr una reforma del SEIA con una mirada integradora que se adecue a las exigencias que el desarrollo sostenible nos requiere como sociedad. Es imperativo que el SEIA, como instrumento de gestión de naturaleza preventiva y predictiva, contribuya y fomente el cumplimiento de las políticas públicas de desarrollo sustentable a largo plazo de nuestro país, entre las cuales destaca la meta nacional de ser un país carbono neutral al 2050 y la transición energética que conlleva.

Sin desconocer la necesidad de realizar los cambios ambientales de fondo que la Evaluación Ambiental 2.0 propone, la invitación es a centrarse en la discusión de las modificaciones asociadas a los mecanismos de agilización del SEIA y la obtención de permisos sectoriales sin demora. La reducción de los plazos de la tramitación ambiental en las etapas de evaluación, revisión y modificación de proyectos de inversión, sin disminuir los estándares de protección ambiental de la evaluación, será una buena noticia para el país, permitiéndonos crecer, proteger nuestro ambiente, adaptarnos a la crisis climática y al mismo tiempo proporcionará más confianza a este instrumento de gestión ambiental.

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