Columna de Felipe Posada: Mal de muchos, consuelo de tontos
"El dólar en Chile se aprecia más que el Cobre y avanza el doble que a nivel mundial. Seguramente esto no se debe a un tercero, sino que al riesgo interno que provoca que desde el 18-O la deuda nacional subiera +30%, el déficit fiscal se multiplicara por 5 y el tamaño del estado alcanzara el mayor registro de los últimos 30 años".
A tres años del “estallido social”, Chile atraviesa un complejo e incierto escenario económico. Uno de los principales factores de riesgo, sin dudas es el alza histórica del dólar.
El descontrol cambiario no sólo aumenta la ansiedad en el Banco Central y agentes económicos. Las autoridades temen que se confirmen los pronósticos de recesión económica con un dólar en las nubes.
Algo de esto ya se percibe. Chile y Haití además de ser los únicos de la región que tendrán PIB negativo en 2023, ya enfrentan la inflación más alta después de Venezuela, Argentina, Suriname y Cuba.
Con esto a la vista, la opinión pública ya tiene su veredicto. Los responsables de nuestros males son el dólar global, la inflación mundial, la guerra en Europa y la Fed. ¡En resumen, un tercero!
Analicemos el tablero de ajedrez para aceptar o descartar esta tesis.
Sin desmerecer el valor de la opinión pública, los acontecimientos políticos y fiscales que se han desarrollado durante los últimos años tienen influencia directa en las perspectivas del dólar, sobre todo si los analizamos desde 18-O.
Veamos...
Desde aquel día, el dólar acumula +37% en Chile y un +17% a nivel global. El cobre, termómetro vital para valorar nuestro tipo de cambio, avanza un espectacular +26%.
Si ampliamos el análisis a otras monedas relevantes, encontraremos datos aún más contradictorios. En los últimos 3 años, el euro a nivel global ha perdido -13%, pero en Chile se ha disparado +20%. Lo anterior derriba el mito de que el dólar sube acá porque sube afuera. En términos prácticos, desde esa fecha el dólar en Chile se aprecia más que el Cobre y avanza el doble que a nivel mundial.
Seguramente esto no se debe a un tercero, sino que al riesgo interno que provoca que desde el 18-O la deuda nacional subiera +30%, el déficit fiscal se multiplicara por 5 y el tamaño del estado alcanzara el mayor registro de los últimos 30 años. De hecho, si nos comparamos con el vecindario y afinamos el análisis sólo a 2022, veremos que en Chile el dólar acumula un +15% cuando en México, Brasil y Uruguay la divisa cae en promedio -5%.
La otra forma clásica de explicar la volatilidad del mercado cambiario interno es apuntar a la Fed y su normalización monetaria al 3,25%. Este argumento es válido, pero si aceptamos que el dólar avanza porque la Fed sube la tasa de interés, señalemos también que el BC de Chile tiene la TPM en 11.25%.
Hay más datos.
Con EE. UU. no sólo tenemos divergencia de tasas de interés, también hay una diferencia brutal en los impuestos corporativos. Factor que definitivamente, influye en la ruta del dinero. Mientras EE. UU. en 2018 redujo este impuesto desde el 35% al 21%, Chile desde el 2010, lo aumentó desde el 17% al 27%.
En fin, no quiero descartar factores internacionales en el comportamiento del billete verde, pero este tipo de reflexiones, en gran medida responde dónde están las tensiones que provocan el avance vertiginoso del dólar. No justifiquemos nuestra mediocridad sólo con factores externos, eso confirma que el mal de muchos es nuestro consuelo de tontos.
* El autor es ingeniero comercial, magíster en finanzas, director Comunidad Traders.
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