Columna de Flavia Royón: “Gasoducto Néstor Kirchner: Integración energética”

People work during the construction of the Nestor Kirchner gas pipeline, which first stage was inaugurated on Sunday to transport natural gas from the Vaca Muerta formation in western Argentina to the province of Santa Fe, passing through the province of Buenos Aires, in Macachin, La Pampa, Argentina April 26, 2023. REUTERS/Martin Cossarini NO RESALES. NO ARCHIVES

"Seguimos muy de cerca los esfuerzos y avances de Chile en materia de transición energética y la velocidad con la que las energías renovables han irrumpido en escena. Sin embargo, estamos convencidos de la necesidad de acompañar dicha transición con un vector energético confiable, asequible y en volúmenes cada vez más disponibles, como es el gas natural. La energía eólica y la fotovoltaica no deben competir con el gas, sino complementarse, con miras a reducir al máximo posible las emisiones toda vez que se garantiza la seguridad y resiliencia del sistema eléctrico."



Ya se ha inaugurado el Gasoducto Presidente Néstor Kirchner (GPNK), que conecta a la localidad neuquina de Tratayén (Neuquén) con Saliqueló, en la Provincia de Buenos Aires (573 km de distancia). De esta forma, aumentaremos la capacidad de evacuación de gas de la segunda reserva de gas natural no convencional más grande del mundo, “Vaca Muerta”.

Cuando decimos que el GPNK es la obra de ingeniería más importante de los últimos 40 años para nuestro país, no solo hay que concentrarse en la celeridad con la que se llevó a cabo esta primera etapa (apenas 10 meses), o en sus características técnicas de vanguardia a las que me referiré más adelante, sino en la variedad de oportunidades que generará para nuestro país y para la región.

Esta primera etapa tuvo un costo de aproximadamente 2.500 millones de dólares y fue financiada enteramente por el Gobierno Argentino. Su concreción permitirá que se inyecten hasta 11 millones de metros cúbicos diarios (MMm3/d) adicionales al sistema de distribución argentino de gas natural en la primera etapa, y 22 millones en el mes de noviembre cuando estén operativas las plantas compresoras. Según los cálculos realizados, durante el resto del corriente año esto redundará en una sustitución de importaciones de gas natural por hasta 2.000 millones de dólares, mientras que para el año 2024 dicha cifra se duplicaría, lo que significa una amortización de la inversión casi inmediata (menos de dos años).

Antes de continuar profundizando sobre las implicancias y magnitudes de esta obra de infraestructura, creo que vale la pena destacar los alcances de la hazaña en términos de ingeniería y externalidades positivas que generó, así como también el esfuerzo de hombres y mujeres que trabajaron mancomunadamente. La obra se realizó en tiempo récord, refrendado por un ritmo de soldadura promedio de 5 kilómetros de caño por día, incluyendo el cruce de ríos y territorios de distintas provincias. Dio empleo de calidad a más de 10.000 trabajadores calificados, traccionando la demanda de insumos de la industria nacional y dinamizando al sector productivo. Quizás, el dato más abrumador es que se realizaron más de 9.000 viajes en camión transportando los caños utilizados, acumulando 6 millones de kilómetros de recorrido.

Es importante destacar que el GPNK se enmarca dentro del programa Transport.Ar lanzado por el Gobierno argentino para sortear la limitación de la capacidad de transporte y poder explotar las potencialidades y riquezas de Vaca Muerta. Una vez culminado el segundo tramo del GPNK (entre Saliqueló en la Provincia de Buenos Aires y San Jerónimo en la Provincia de Santa Fe), -que se licitaría próximamente y costaría alrededor de 3000 millones de dólares-, así como también el esquema de obras que lo complementa, se podrán inyectar hasta 40 MMm3/d adicionales al sistema de transporte de gas natural argentino.

También se licitará en los próximos días la obra de reversión del Gasoducto Norte para poder abastecer al norte argentino con gas de Vaca Muerta y así poder hacer frente a la merma de importaciones provenientes de Bolivia. De esta forma, la Argentina se evitará incurrir en importaciones de GNL y principalmente de combustibles líquidos. La financiación de esta obra tendrá lugar en gran parte gracias a un crédito otorgado por la CAF, una agencia de crédito multilateral regional.

Este conjunto de obras de semejante envergadura habilita la potencialidad no solo de sustituir importaciones, sino de viabilizar una proyección de ingresos por exportaciones de hasta 18.000 millones de dólares para el 2030. Dicho volumen implica que la Argentina no solamente garantizaría su independencia energética, sino que se volvería un player regional y global del mercado de gas natural, exportando GNL, abasteciendo a Brasil a través de Bolivia o a Chile a través de los 5 gasoductos que hoy conectan a ambos países.

Luego de que Argentina retomara sus exportaciones de gas natural ininterrumpible en 2019, el Plan GAS.AR lanzado en 2020 le permitió a nuestro país exportar volúmenes cada vez mayores, principalmente a Chile. En 2022, el 50% del gas natural consumido por el vecino país provino de Argentina, dando cuenta de una complementariedad energética muy beneficiosa para ambas partes a partir de una infraestructura de transporte ya existente. En 2023 se habilitaron exportaciones en firme no sólo para el periodo estival, sino también para los meses de invierno. Gremios, Gobiernos, empresas vinculadas a la generación eléctrica y a la distribución domiciliaria de Chile periódicamente destacan el regreso de la Argentina como un proveedor confiable y a precios accesibles.

Por último, quiero aprovechar para destacar que seguimos muy de cerca los esfuerzos y avances de Chile en materia de transición energética y la velocidad con la que las energías renovables han irrumpido en escena. Sin embargo, estamos convencidos de la necesidad de acompañar dicha transición con un vector energético confiable, asequible y en volúmenes cada vez más disponibles, como es el gas natural. La energía eólica y la fotovoltaica no deben competir con el gas, sino complementarse, con miras a reducir al máximo posible las emisiones toda vez que se garantiza la seguridad y resiliencia del sistema eléctrico.

Argentina está encaminada definitivamente en la autonomía energética, y el desarrollo del gas natural es una cuestión de seguridad y asequibilidad energética de nuestro país y de la región. Con la concreción de esta infraestructura se viabiliza un salto de escala en el desarrollo de Vaca Muerta abriendo posibilidades concretas de exportación en firme y a largo plazo a los países de la región. Estamos en un punto de inflexión en nuestro país, se abre un abanico de posibilidades de desarrollo: proyectos de GNL, producción de fertilizantes, una matriz eléctrica competitiva y la consolidación de un abastecimiento energético seguro para el desarrollo industrial de Argentina y de la región.

*La autora es secretaria de Energía de la República Argentina