Columna de Francisca Jünemann: “Sin sala cuna no habrá avance.”
"No hay reforma más urgente que el artículo 203 del Código del Trabajo. Y, aunque sala cuna tiene el financiamiento comprometido por parte del Ministerio de Hacienda de aprobarse el Pacto Fiscal, debemos comenzar a poner sobre la mesa alternativas, en caso de verse nuevamente rechazado en el Congreso el diálogo necesario de este proyecto de ley."
Zoom de Género de este mes, el informe laboral de OCEC UDP y ChileMujeres, nos muestra que al trimestre febrero-abril 2023, el empleo informal femenino registró un incremento anual de 50 mil. La alerta está en dónde radica principalmente ese aumento: no en el empleo independiente, sino en el empleo asalariado del sector privado, con más de 42 mil trabajos de este tipo al trimestre febrero-abril 2023.
Al desglosar por género, el alza anual del empleo asalariado informal en el sector privado muestra importantes diferencias: en el caso de las mujeres, aumentó en 30.962 (crecimiento anual de 11,1%), mientras que entre los hombres, el incremento fue de 11.512 (crecimiento anual de 2,2%). Así, son más mujeres las que se han insertado en trabajos bajo subordinación y dependencia en condiciones precarias, sin contratos, sin cotizaciones previsionales, de salud…
De la creación anual de empleo asalariado en el sector privado, el 88,4% en el trimestre febrero-abril 2023 fue informal.
Según tamaños de empresas, en el caso de las mujeres el aumento está concentrado en la micro y la pequeña empresa, con un alza de 25 mil en las micro y casi 16 mil en las pequeñas.
Y en desempleo femenino no estamos mejor. Al comparar el trimestre febrero-abril 2023 con el mismo periodo del año anterior, éste aumentó de 8,5% a 9,5%: más de 400 mil mujeres que están buscando y no encontrando trabajo.
Analizando los factores que pueden estar incidiendo en este contexto de decrecimiento económico, podemos inferir que los costos asociados a la maternidad están siendo difíciles de asumir por las micro y pequeñas empresas, llevándolas a no optar por mujeres o bien, las emplean, pero sin contrato. Y el costo más elevado es el deber de tener que pagar sala cuna desde la mujer número 20 contratada.
Imaginemos una pyme que tiene 19 mujeres contratadas y cuatro de ellas tienen un hijo o hija menores de dos años. Si contrata a la número 20 -por ejemplo, a una mujer de 50 años con hijos mayores o bien sin niños- esa pyme debe pagarle sala cuna a las cuatro mujeres que ya trabajaban en la empresa. Si a cada una de esas mujeres le paga un sueldo de $700 mil pesos, ese monto se elevaría a $1 millón , es decir, a $4 millones en vez de 2 millones 800 mil pesos.
Y a su vez, sólo quienes son contratadas en empresas con 20 o más mujeres tienen la ayuda de sala cuna o bono compensatorio por motivos de salud del niño o niña, trabajos de noche (como enfermeras) o lugares aislados, excluyendo de este apoyo al cuidado al resto de las mujeres.
Lo diremos hasta el cansancio: no hay reforma más urgente que el artículo 203 del Código del Trabajo. Y, aunque sala cuna tiene el financiamiento comprometido por parte del Ministerio de Hacienda de aprobarse el Pacto Fiscal, debemos comenzar a poner sobre la mesa alternativas, en caso de verse nuevamente rechazado en el Congreso el diálogo necesario de este proyecto de ley.
Mientras tanto, medidas como revivir el subsidio a la contratación de mujeres y extender el Subsidio Protege más allá de junio pueden ayudar, pero sin olvidar que no son la solución de fondo.
* La autora es presidenta ejecutiva ChileMujeres.
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