Columna de Gabriela Clivio: Doctor, me duele todo el cuerpo
Un paciente una vez fue a un doctor en búsqueda de un diagnóstico aquejado de varios dolores. Al preguntarle los síntomas, el paciente no pudo ser específico y le dijo al doctor que cuando se tocaba el pecho le dolía, cuando se tocaba la cabeza le dolía, cuando se tocaba la espalda le dolía, cuando se tocaba el pie le dolía. En síntesis, a este paciente, le dolía todo el cuerpo.
El doctor, famoso por su buen diagnóstico, no podía estar más perplejo. No existía en su repertorio una enfermedad conocida cuya manifestación externa fuera dolor de cabeza, dolor en las extremidades y dolor de espalda de manera simultánea y sin fiebre. Fanático de un buen examen, el doctor tomó al paciente la presión, la saturación, la temperatura y todo estaba correcto. Al auscultar a su paciente, nada parecía tan grave como para que el paciente experimentara dolor en todo el cuerpo. De pronto el médico comprendió que lo que sucedía era bastante más simple; el paciente tenía un dedo quebrado, y esa era la razón por la cual al apretarse en cada parte del cuerpo sentía dolor.
Algo así pasa con el gobierno. Primero, luego de la Enade, donde se producen discursos muy bonitos, el Presidente pareció dejar entrever que la responsabilidad de la poca cohesión social estaba casi en manos del empresariado. Lo anterior implica entre otras cosas no reconocer el rol que ha jugado la empresa privada en el crecimiento económico, la mejora del ingreso per cápita y la disminución de la pobreza en el país. A ratos pareciera que las autoridades buscan construir acuerdos, y mientras se le piden al sector privado iniciativas y colaboración, al menor descuido aparecen las acusaciones.
Más allá de los discursos, la realidad es que la CPC ha mostrado desde el comienzo no solo los problemas que contenían algunas de reformas planteadas y el impacto devastador de las mismas, sino también soluciones alternativas particularmente relacionadas con la ruta de la formalización.
Ahora, apenas un par de semanas luego de Enade, fue el turno de los bancos que fueron calificados de “coñetes” por no prestar más recursos al sector inmobiliario y de la construcción. Si bien en el encuentro anual de la Construcción, el Presidente había realizado un llamado a facilitar créditos a este sector, no se había llegado a tanto como en esta oportunidad. Sin embargo, así como nada se dice en materia de incertidumbre y permisología, y cómo ésta afecta de manera negativa a los planes de inversión de las diferentes empresas, tampoco nada se dice del deterioro de la liquidez como consecuencia de los tres retiros de fondos aprobados de los fondos de pensiones durante la pandemia, entre otros factores. En este contexto, es importante tener presente no solo la manera en que los bancos facilitaron crédito durante la pandemia, sino además cómo frente a diferentes episodios de crisis internacionales como lo sucedido en marzo del 2023, no pocos alaban la solidez del sistema financiero de Chile.
Me inclino a pensar que estamos casi como en el caso del paciente, algo anda mal en el paciente que no es ni el pie, ni la cabeza, ni la espalda sino su propio dedo.
Por Gabriela Clivio, economista y académica