Columna de Gonzalo Cordero: Mala memoria

La memoria es uno de los fenómenos más apasionantes de la mente humana. Lo que recordamos y olvidamos determina lo que somos. Tal vez por eso tendemos naturalmente, en algunos casos más acentuados que en otros, a borrar de nuestra memoria ciertos hechos, así como a minimizar o exagerar otros. No podríamos ser verdaderamente seres humanos si olvidáramos todo, ni podríamos tolerar la vida si lo recordáramos todo.
En definitiva, tanto olvidar como recordar parecen ser recursos adaptativos indispensables para la subsistencia. Eso parece ser lo que explica la manera en que nuestros actuales gobernantes olvidan y recuerdan selectivamente el pasado reciente. Las declaraciones de la vocera subrogante que dijo: “Yo no recuerdo en ningún momento que haya habido enfrentamiento directamente con Carabineros”, refiriéndose precisamente a la relación que en el pasado tuvieron quienes ahora gobiernan con la institución policial, son un ejemplo más del arbitrio para recordar y olvidar que los caracteriza.
Si esto fuera solo una mala declaración de una autoridad subrogante, en el contexto veraniego de vacaciones, sería apenas una anécdota, pero no es así. Si algo ha caracterizado a esta administración son las llamadas “volteretas”. Desde un comienzo nos acostumbramos a ver cómo se decía exactamente lo contrario de aquello que se afirmaba hacía apenas unos pocos meses. El expresidente Piñera y Carabineros son dos de los mejores ejemplos: definidos y perseguidos como violadores de derechos humanos, querellados y amenazados, mutaron a ser reconocido, el primero, como un demócrata -hasta que se propuso erigirle un monumento- y como objeto de alabanzas -hasta que se les calculó un bono-, los segundos.
Estos olvidos y volteretas se destacan por algunos como moderación. Este ha sido, nos dicen, un gobierno de centroizquierda más. En lugar de refundar Carabineros, gobernaron con ellos. No hicieron grandes cambios y consolidaron el sistema previsional. Parecen pensar que un impuestito por aquí y un repartito por allá es lo mínimo para seguir teniendo un país en que en unos meses el IPSA crece como nunca, aunque estemos en camino a volver a ser establemente el país estancado, inseguro y gobernado por populistas que fuimos siempre.
Es que, al final, no solo la subsecretaria Cardoch tiene mala memoria; no solo a ella se le olvida todo lo que hicieron y dijeron. Los mismos que redactaron la propuesta de Constitución chavista, los que llamaron a aprobarla, los que llevaban en procesión la figura del “perro matapacos” y romantizaban a la horda de delincuentes que llamaban “primera línea”, hoy vuelven a tener espacio para pontificar sobre la democracia, para definirse como socialdemócratas y seguir avanzando mientras los demás olvidan y transan.
Tenemos miedo a recordar, nos aterra tanto terminar como Funes, el personaje del gran cuento de Borges, que por recordarlo todo no era capaz de vivir, que preferimos olvidar, y de voltereta en voltereta, de pronto la realidad, la historia y la memoria es otra.
Por Gonzalo Cordero, abogado
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