Columna de Gonzalo Cordero: ¿Una gran noticia?

El Banco Central entregó la cifra del crecimiento en el año pasado: 2,6%. El resultado es superior en un 0,1% al que conocíamos y es la mayor expansión de la economía en los tres años del actual gobierno. Podría ser que el resultado de este período logre no ser el peor desde el regreso de la democracia, pues podría empinarse alguna décima por sobre el 1,8% de la segunda administración de la expresidenta Bachelet.
Es decir, tendremos que esperar un año más para dilucidar si el peor gobierno que hemos tenido, económicamente hablando, es el de Boric o el de Bachelet dos. “Una gran noticia”, dijo nuestro joven gobernante y tanto él como algunos de sus colaboradores han enrostrado esta cifra con satisfacción a los agoreros que anticipaban un resultado menor. “Vamos por buen camino”, remató el Presidente.
Pero la verdad es que no. No vamos por buen camino, ni este gobierno tiene motivo para celebrar. Es obvio que para el Presidente Boric ser penúltimo es menos malo que ser último, pero lo único que estas cifras mediocres nos dicen es que Chile, en relación al resto de América Latina y del mundo, pierde posiciones relativas. Más países nos superan, más distancia tenemos respecto de los que más crecen y peores serán las condiciones en que los chilenos enfrentarán las dificultades del futuro.
Una sucesión de reformas equivocadas -algunas con bracitos en alto, cómo olvidarlo- repusieron mucho de nuestro atávico estatismo, regularon hasta la asfixia el emprendimiento, deterioraron la educación, empezaron a colocar un peso tras otro a la pesadísima mochila de la carga tributaria, terminaron con el sistema electoral mayoritario que limitaba la proliferación de partidos y el populismo, con la ingobernabilidad que ellos traen consigo. En fin, todo lo que tanto el penúltimo como el peor gobierno que hemos tenido desde 1990 hasta ahora -cualquiera sea finalmente, Boric o Bachelet dos- empujaron y celebraron, nos llevaron a donde estamos. Igual que en el fútbol, mirando la competencia de los colistas.
Ni crecer al 2,5% ni al 2,6% es buena noticia, ni nos llevará al progreso, ni nos entregará recursos para enfrentar el crimen organizado, ganarle la batalla al narcotráfico y recuperar la seguridad. Tampoco generará los empleos y las remuneraciones que las personas aspiran, ni permitirá, en el futuro, tener pensiones dignas, por más que la ministra Jara baile con pasos de candidata.
Lo único que la festejada cifra nos dice es que estamos más o menos a la mitad de la meta. Si quisiéramos progresar, volver a creer que el desarrollo es posible, tendríamos que estar aspirando a algo cercano al 5% de crecimiento anual de manera sostenida, número que hoy se ve tan lejos, tan fuera del horizonte mental de nuestro debate político, que resulta plausible la polémica sobre si es o no un éxito el ajuste que hizo el Banco Central.
El diputado Boric, que llamaba a refundarlo todo y valoraba la violencia me irritaba. El Presidente Boric, que celebra la mediocridad como éxito, simplemente me deprime.
Por Gonzalo Cordero, abogado
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