Columna de Hernán de Solminihac: Desafíos del sistema de concesiones después de sus 30 años
"Se debe instaurar una mirada de largo plazo que defina objetivos a nivel país y así dirigir el accionar de los ministerios y sus requerimientos en infraestructura. Además, es necesario contar con un plan estratégico y una agenda de desarrollo de infraestructura nacional, que incluyan un análisis del mejor mecanismo para financiar las obras.Asimismo, se deben perfeccionar algunos aspectos particulares en las bases de licitación y contratos."
En 2023 el sistema de concesiones cumple 30 años en Chile, desde su inicio en abril de 1993 con la adjudicación del túnel el Melón. Desde entonces, ha permitido proveer de infraestructura a lo largo y ancho del país, contribuyendo al desarrollo socioeconómico y bienestar de la población.
Según la última cuenta pública de la Dirección General de Concesiones, se han llevado a cabo un total de 107 contratos a través de este sistema, alcanzando una inversión total de 27 mil millones de dólares, en obras de autopistas, aeropuertos, hospitales, cárceles y embalses.
Dicha inversión en infraestructura pública ha permitido alivianar la estrechez fiscal del país y liberar recursos que se han podido utilizar en programas sociales. Esta contribución cobra vital importancia ante la situación económica que está viviendo Chile, con una marcada ralentización en la economía y predicciones de decrecimiento para este año.
Pese al reconocimiento internacional y a las mejoras que ha tenido el sistema de concesiones en Chile, aún existen importantes desafíos que deben ser abordados para asegurar que este modelo de financiamiento de infraestructura prevalezca en el tiempo.
Uno de los principales aspectos estructurales que se debe afrontar, es llevar a cabo un cambio de paradigma a nivel institucional, pasando de la provisión de obras de infraestructura a servicios de infraestructura, con foco en los usuarios. Es fundamental avanzar en la legitimidad del sistema, aumentando el acceso a la información.
A nivel institucional, en tanto, existe la necesidad de perfeccionar el rol del Consejo de Concesiones para que tenga un perfil más activo en la supervisión. También es necesario fortalecer la Dirección General de Concesiones, dotándola de mayores recursos humanos, y el Panel Técnico de Concesiones para que tenga una visión más amplia y real de la industria.
En paralelo, se debe instaurar una mirada de largo plazo que defina objetivos a nivel país y así dirigir el accionar de los ministerios y sus requerimientos en infraestructura. Además, es necesario contar con un plan estratégico y una agenda de desarrollo de infraestructura nacional, que incluyan un análisis del mejor mecanismo para financiar las obras.
Asimismo, se deben perfeccionar algunos aspectos particulares en las bases de licitación y contratos. Por ejemplo, sería positivo aumentar la ingeniería referencial y de detalle para entregar mayores antecedentes a la hora de licitar, lo que permitiría minimizar la incertidumbre. También se requiere diseñar contratos con mayor flexibilidad, lo que facilitaría que la asociación público-privada se adapte a las dinámicas condiciones de la industria en el tiempo, considerando que los periodos de las concesiones son bastantes extensos por lo general.
Estos y otros importantes desafíos son presentados en un documento de trabajo de Clapes UC sobre el actual sistema de concesiones de Chile. A sus 30 años, es hora de adaptar el modelo para que pueda seguir desarrollándose y aportando al futuro del país.
* El autor es profesor titular de Ingeniería UC, Clapes UC y presidente del Colegio de Ingenieros de Chile.
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