Columna de Ignacio Sánchez: Diálogos sobre el conflicto en Medio Oriente

Aftermath of Israeli strikes on house, in Khan Younis
REUTERS


En nuestra universidad, hemos sostenido dos debates muy interesantes con los embajadores de Palestina, Sra. Vera Baboun y con el embajador de Israel, Sr. Gil Artzyeli, con quienes conversamos de la dramática situación que enfrentan ambos países. Abordar el conflicto entre ambas naciones implica adentrarse en una situación compleja y arraigada en la historia de cada pueblo, tensiones que han perdurado a lo largo de décadas y que encuentran en las partes involucradas distintas narrativas y enfoques. En el centro de esta disputa se encuentra la lucha territorial por tierras históricas que ambas comunidades consideran esenciales para su identidad y existencia. Los reclamos de derechos históricos y religiosos por parte de israelíes y palestinos han llevado a tensiones profundas y a un conflicto con consecuencias regionales e internacionales.

A pesar de los intentos internacionales de mediar y facilitar el diálogo, las diferencias en cuestiones fundamentales como fronteras, refugiados, Jerusalén y seguridad han obstaculizado la consecución de un acuerdo de paz definitivo. Desde el pasado 7 de octubre hemos sido testigos de una escalada de las tensiones y un aumento considerable en el número de víctimas inocentes, impactando significativamente las vidas de palestinos e israelíes. Condenamos la brutal agresión terrorista de Hamas, la que significó la muerte de más de mil judíos civiles inocentes, la que no representa a la mayoría del pueblo palestino. Así también, condenamos la muerte de miles de niños y civiles inocentes producto de la invasión de Gaza por parte del ejército de Israel.

Desde la creación del Estado de Israel en 1948, las tensiones han desencadenado enfrentamientos armados, negociaciones de paz y procesos de mediación. Palestina busca, ante todo, el reconocimiento de su derecho a la autodeterminación y la creación de un Estado soberano, con fronteras que respeten la integridad territorial y la identidad del pueblo palestino. Esto con el fin de facilitar el acceso a servicios básicos, la libertad de movimiento y el desarrollo económico sostenible para su población. Israel por su parte ha buscado establecer un Estado que garantice la seguridad y autodeterminación para su población, considerando las amenazas históricas y actuales que ha enfrentado la nación. Esta preocupación ha sido un elemento central en las negociaciones y en las decisiones relacionadas con los territorios en disputa.

La UC considera esencial generar espacios de diálogo en materias complejas y sensibles, consciente además del valioso aporte que las comunidades palestinas y judías han realizado en nuestro país por más de un siglo. Creemos que toda resolución de conflictos debe fundamentarse en el respeto mutuo, la justicia y el cuidado de los derechos humanos de todas las personas involucradas. Esperamos que este tipo de instancias contribuyan al diálogo, entendimiento y la anhelada paz y seguridad que merecen Palestina e Israel.

Ignacio Sánchez, Rector de la Pontificia Universidad Católica.