Columna de Ignacio Sánchez: Un observatorio para el envejecimiento
Nuestro país enfrenta una realidad y un desafío inevitable, y es que de manera permanente el número de personas mayores crece de manera significativa. Se calcula que en el año 2050 al menos el 30% de la población en Chile tendrá 65 años o más, con un tercio de este grupo superando la edad de 80 años. Sin duda, este envejecimiento poblacional va a implicar múltiples desafíos ya que se van a observar cambios significativos en diferentes aspectos, tales como socioeconómicos, culturales, de salud, de calidad de vida, de las formas de habitar nuestro entorno, entre otros. Así, se nos presentan desafíos y tareas que debemos enfrentar al interior de nuestra sociedad, por lo que es fundamental realizar esfuerzos conjuntos entre el sector público, privado, la academia y diferentes fundaciones de la sociedad.
Sabemos que este es un desafío y un camino especialmente complejo, ya que a pesar de que esta realidad demográfica es conocida, las personas mayores de manera frecuente son invisibilizados, minimizando e incluso ignorando sus problemas. Debido a lo anterior, es urgente revertir esta mirada y generar nuevo conocimiento que pueda permear e influir en la toma de decisiones de todos los actores de la sociedad. Este es un aporte fundamental que podemos realizar desde las universidades a través de la generación de conocimiento relevante sobre las personas mayores en el país.
En la UC recientemente hemos formado una mesa de trabajo que reúne a todos los centros e iniciativas que se dedican a aportar para un futuro mejor de los adultos mayores. De esta manera hay una interacción entre el Centro de envejecimiento y vejez, Programas para las personas mayores, Educación Continua, la Fundación Conecta Mayor, iniciativas de investigación, Medicina y el Departamento de Geriatría, las iniciativas de la facultad de Ciencias Sociales, Camina 60+, de Políticas Públicas, ente otros. Con el trabajo y estudios de estos equipos, y en red, podemos ayudar a visibilizar la realidad del segmento 60+, revelar tópicos de impacto social relacionados a la vejez y al envejecimiento de nuestros habitantes y, de manera significativa, sensibilizar a la opinión pública.
En esta misma línea, el Observatorio del Envejecimiento UC-Confuturo, que ya tiene tres años de aporte, es un proyecto que nace de la alianza entre la UC y la Compañía de Seguros Confuturo, que se ha posicionado como un espacio de investigación, generación, difusión del conocimiento y estado actual de la vejez en el país. Como ejemplo, recientemente, este observatorio publicó un estudio advirtiendo que los chilenos, pese a ser cada vez más longevos, no necesariamente sienten que experimentan una mejor calidad de vida. Algunos factores que explican estos resultados son la baja tasa de educación, los índices de dependencia, el trato desconsiderado que perciben por parte de distintos sectores de la sociedad, los que pueden incidir directamente en su percepción y satisfacción vital.
Otros informes del Observatorio del Envejecimiento han dado cuenta por ejemplo de que la pandemia ha hecho retroceder más de diez años la participación en la fuerza laboral de este segmento, siendo de manera significativa las mujeres del grupo 60+ las más perjudicadas. También se ha advertido de la preocupante falta de geriatras en varias regiones del país, se ha relevado la falta de redes de apoyo, y que hasta cuatro de cada diez personas en situación de calle son mayores de 50 años. Así, hoy existen muchos otros hallazgos en esta línea que deben ser urgentemente tomados en cuenta. Para revisar los más de veinte reportes publicados en todas estas temáticas a la fecha se puede revisar directamente en https://observatorioenjececimiento.uc.cl. Estos estudios nos enseñan que debemos tener una comprensión más completa e integrada del envejecimiento, abordando la gran heterogeneidad de los grupos etarios que lo componen. De esta manera, podremos planificar acciones prioritarias que generen mejores condiciones sociales y materiales para las personas mayores.
Es evidente que aún tenemos grandes brechas para avanzar en poder adaptar diferentes normativas sociales, de servicios públicos, de salud, de acceso a espacios de cultura, educación, desarrollo de la espiritualidad, entre muchas otras. En esta tarea, la labor y los estudios de este Observatorio, como los de otras iniciativas académicas que generen nuevo conocimiento sobre la realidad, necesidades y brechas de las personas mayores en Chile, son de la mayor relevancia. El resultado y propuestas de estos aportes debe ser considerado por las autoridades, legisladores, empresa pública y privada, medios de comunicación y tomadores de decisiones. Esto sin duda va a influir de manera significativa en la generación de mejores políticas públicas que irán en beneficio de nuestras personas mayores. Para esto estamos trabajando de manera colaborativa en la universidad.
Por Ignacio Sánchez D., Rector, Pontificia Universidad Católica de Chile.
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