Las decisiones de gobierno son siempre políticas. Deben contar con un adecuado apoyo técnico, para evitar problemas de falta de sustentabilidad en las mismas. El manejo fiscal no admite improvisación. El recorte del presupuesto que anunció Hacienda, de tres mil millones de pesos a carabineros y la PDI sumado a la rebaja de siete mil millones de pesos que se les hace a los fiscales es inaceptable en el momento de inseguridad que se vive en Chile. La priorización del gasto requiere de la política y la técnica.
La lista de temas que han afectado la salud fiscal de Chile es larga: reforma tributaria de Bachelet; diez años de estancamiento económico; aumento del desempleo y de la informalidad laboral; excesiva cantidad de empleados públicos -entre ellos más de mil periodistas en el gobierno central- dan cuenta de un gran desorden fiscal. El gobierno propuso una Constitución que tenía un costo anual de hasta un 14,2% del PIB, unos US$ 45.000 millones cada año. Por suerte fue rechazada ampliamente. Los casos de corrupción en el Estado de miles de millones en el caso de las Fundaciones dan cuenta de una clara falta de conciencia fiscal.
Cuenta fácil: la economía no crece, no ofrece nuevos empleos y por ende recauda menos. No llegan inversiones, más bien se van a invertir a otros países porque las reglas de juego no son claras (dos procesos constituyentes fallidos y amenazas de refundaciones). La deuda pública bruta, de ser negativa ha continuado creciendo a niveles cercanos al 41% del PIB.
Cuenta fácil: nacen menos personas que las que entran a jubilarse. En Chile, la esperanza de vida en las mujeres es de 83,58 años y la de los hombres es de 79,08 años jubilándose a los 60 y 65 años respectivamente. No es sustentable. Aumentar la edad de jubilación es mandatorio en lugar de buscar compensaciones de todo tipo: eso sí, se requieren políticas de incentivo al empleo femenino a partir de los sesenta años y disminuir la informalidad laboral que ya llega al 30%. De esto no se habla ni se incluye en la reforma. No es popular.
Cuenta fácil: Se retiraron casi cincuenta mil millones de dólares del sistema de pensiones con la nefasta política de retiros, ergo las pensiones bajaron.
El Consejo Fiscal Autónomo (CFA), que tiene por objeto contribuir al manejo responsable de la política fiscal del Gobierno Central y su sostenibilidad en el tiempo, ha evaluado en sus informes periódicos que el país se encuentra en una situación de estrés fiscal, y que dicha situación continuará en el mediano plazo. Ha realizado severas advertencias en estos últimos dos años a Hacienda.
Sobre el proyecto de reforma de pensiones ahora en discusión, el CFA señaló que es importante llevar acabo la reforma, pero es necesario considerar varios puntos complejos de mitigación de riesgos fiscales. Deben considerarse las advertencias del CFA.
La relación político-técnica armoniosa y de comprensión recíproca es vital para la gobernabilidad y el desarrollo de políticas públicas.
Por Iris Boeninger, economista y ex embajadora de Chile en Uruguay
Comenta
Los comentarios en esta sección son exclusivos para suscriptores. Suscríbete aquí.