Columna de Iván Poduje: Las redes de Valenzuela Levi

Valenzuela Levi, con Giorgio Jackson y Giovanna Roa


A primera vista, Nicolás Valenzuela Levi es el clásico académico octubrista, que justifica la violencia y que habla de “Plaza de la Dignidad” para referirse a un barrio donde se saquearon y quemaron varios monumentos históricos, lo que es doblemente grave considerando que Valenzuela es arquitecto, que es el mismo problema que tiene Sebastián Grey. Pero este personaje es bastante más complejo que el tuitero que pedía guillotinar al ex Presidente Piñera. Valenzuela Levi viene de una familia política que controló el municipio de Rancagua por una década, donde destaca el hermano de su padre Esteban Valenzuela, ex alcalde, ex diputado y actual ministro de Agricultura.

Las redes de Nicolás son bastante más poderosas que las de su tío. Siendo estudiante fundó el movimiento Nueva Acción Universitaria (NAU) con Giorgio Jackson y otros dirigentes. Juntos conquistaron la FEUC, lo que catapultó a Jackson a las grandes ligas, dejando a Valenzuela Levi como su orejero de confianza. Luego armaron Revolución Democrática (RD) y crearon lazos con el círculo de la ex Presidenta Bachelet, que los acogió en su fundación Dialoga y les entregó puestos claves en el ministro de Educación.

A Nicolás le tocó la municipalidad de Providencia con Josefa Errázuriz como alcaldesa. Asumió como Secretario de Planificación Comunal, un cargo clave que requiere de una experiencia que Valenzuela Levi no tenía, lo que explica su mediocre gestión, basada principalmente en abrir ciclovías y limitar alturas de edificios. El paso de RD por Providencia terminó de la peor forma, cuando se descubrió una malversación de $7.000 millones que tenía a militantes del partido involucrados. Valenzuela Levi salió antes del escándalo, para irse a estudiar a Inglaterra y lo siguió su compañero de partido y amigo Mariano Rosenzvaig, que terminaría siendo formalizado por el desfalco y que hasta hoy sigue prófugo de la justicia.

Pero esto no melló la influencia de Valenzuela Levi, que aterrizó en el Cedeus, un prestigioso centro de investigación de la UC creado por Juan Carlos Muñoz, uno de los creadores de Transantiago y asesor de varios gobiernos. La cercanía de Valenzuela Levi con Muñoz, que también es ciclista, fue clave para la designación de este como Ministro de Transportes y, por ello, no sorprendió que Valenzuela Levi fuese premiado con un puesto en el directorio de Metro, pese a carecer de experiencia sólida y de hablar publicado los mensajes que lo hicieron famoso.

Pero Valenzuela Levi no se limitó a llamar a “evadir no pagar una forma de luchar”. Además, difundió noticias falsas respecto a los ataques al Metro, insinuando que fueron cometidos por el propio gobierno de Sebastián Piñera. El 4 de diciembre de 2021 Valenzuela Levi acusó al ex Presidente de Metro Louis de Grange de haber “limpiado” la evidencia de los atentados y de haberme entregado esa información para escribir una columna en La Tercera, donde relataba lo mismo que en mi libro Siete Kabezas.

Como las estaciones destruidas fueron 25, la conspiración tendría que haber contado con la complicidad de los ejecutivos y trabajadores del Metro, que fueron muy afectados por los ataques. Pero nada de ello le importó a Valenzuela Levi. Nunca entregó alguna prueba para justificar su delirante teoría conspirativa. No se disculpó con Louis de Grange, ni con los trabajadores de Metro y tampoco borró sus mensajes sabiendo que atentaban contra su función en el Metro. ¿Qué explica esta conducta? ¿Estamos ante un sociópata? Yo creo que no. Pienso que Valenzuela Levi tuvo esas conductas porque sabría que no le pasaría nada. Que las redes que aprendió a tejer desde niño en Rancagua, y que perfeccionó en el NAU, RD lo protegerían. Y eso fue exactamente lo que ocurrió. Su partido lo blindó de inmediato, la vocera del gobierno lo defendió, el ministro Muñoz alabó sus competencias y el ex ministro ciclista Marcelo Mena dijo que Valenzuela Levi era una víctima de una conspiración de la ultra derecha.

Cuando tienes ese nivel de poder, puedes estirar el chicle hasta límites peligrosos y esa es la principal amenaza de tener a Valenzuela Levi en un puesto de responsabilidad pública. Si impunidad es tal, que cuando es pillado en falta cierra sus redes sociales apelando a razones familiares y dice que se mantendrá en el Directorio de Metro, aunque ello implique dañar a la empresa, a sus trabajadores, sus amigos ministros y al Presidente al cual, se supone, le debe lealtad.

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