Columna de Jaime Bellolio: Deshabitar el cargo

Boric


Al poco llegar a La Moneda, el Presidente Boric dijo en este medio que se proponía “recomponer el animus societatis” y definía que “habitar un cargo que es más grande que uno mismo, implica que hay cosas del cargo que se pueden adaptar a uno, pero hay muchas cosas de uno que se tienen que adaptar al cargo también. Y eso implica que en todo momento estamos siendo evaluados, en todo momento estamos siendo representantes del gobierno y, por lo tanto, hay que actuar con una concentración y un respeto a la dignidad del cargo que exige mucho más de nosotros”.

La imagen del Presidente, megáfono en mano, ante una protesta por la política habitacional y déficit de viviendas, ¿es coherente con habitar el cargo, según la definición del propio Presidente?

Veamos. Hemos insistido que, si bien es un fenómeno global, en Chile estamos viviendo en lo que parece ser un infinito loop de corto plazo, especialmente intenso, con mínimo espacio para planificar e imaginar una vida común, y por tanto con casi nulos incentivos a cooperar versus confrontar.

Tiene razón el Presidente, entonces, cuando ha querido recomponer el ánimo o afecto de la sociedad, al cual la oposición de la que formó parte fue especialmente activa en destruir, pero los emplazamientos presidenciales y de los demás voceros de gobierno -en especial desde Hacienda y Trabajo- van exactamente en línea contraria de contribuir al buen affectio.

Hemos visto estas semanas cómo palabras sacan palabras, y se ha tensionado a un alto grado la relación entre gobierno y oposición, siendo muy difícil dar el primer paso para deponer la escalada. Un aspecto esencial para que pueda ocurrir es que se recuperen confianzas mínimas, hoy fracturadas y empantanadas.

De hecho, contribuyen exactamente en el sentido contrario las imágenes del Presidente cuando va a azuzar la manifestación frente a La Moneda, ya que es como si se separara de su rol en solucionar dichas demandas, como si en ese momento ya no fuera representante del gobierno, como si deshabitara su cargo.

Todos quienes hemos trabajado allí, sabemos que diariamente hay personas que legítimamente expresan sus demandas, pero ¿por qué se presta atención y cercanía solo a algunas?

La cuidada selección parece que tiene como objetivo concentrar y reforzar el 30% de apoyo en las encuestas, hablándoles, entonces, solo a quienes ayudaron a conseguir el poder. Esto se ratifica al conocerse que el principal organizador y facilitador del contacto del Presidente con los manifestantes, es miembro de un consejo asesor del Minvu y funcionario de una Municipalidad afín al gobierno.

El Presidente debe habitar y ejercer su cargo como tal, y no ya como líder estudiantil o diputado. Ahora que representa los intereses de toda la nación, debe convocar a todas las personas, a generar el ánimo y condiciones propicias para llegar a buenos acuerdos, en pos del bien común.

Habitar el cargo, como ha dicho el Presidente, exige mucho más de nosotros, de todos nosotros.

Por Jaime Bellolio, director Observatorio Territorial IPP UNAB