Columna de Jaime Bellolio: El cónclave
El gobierno tendrá su segunda reunión a puertas cerradas con la coalición. A continuación, algunas recomendaciones no solicitadas y probablemente no bien recibidas:
1. Sincerar el programa, dejar de mirar a los extremos y volcarse al centro. Existen momentos en los cuales un gobierno se ve en la obligación de revisar su programa. Ya sea porque ocurre algo inesperado o por malas decisiones, la cruda realidad asoma: el terremoto, el estallido social, la pandemia, el caso Caval y Transantiago, solo por nombrar algunos. Ahora ha sido la gigantesca derrota en el plebiscito, del cual fueron jefes de campaña y sostuvieron que el éxito del programa estaba atado al de la nueva Constitución.
En vista a que tendrán elecciones en todos los años que siguen, debieran dejar de enviar reformas que dejan contento al 25% de apoyo y poder decir “compañeros, tratamos, pero no pudimos”. En cambio, podrían volcarse al entendimiento mayoritario mirando al centro y no a la izquierda.
2. Atender las urgencias ciudadanas, no solo con palabras sino con hechos. Salir del confort de la discusión teórica y hacer más.
Para las familias chilenas, el futuro se proyecta a muy breve plazo, la incertidumbre es la tónica y se agrava por los problemas de inseguridad, el alza de los precios, el declive de la situación económica y sus trabajos. Sí, se quiere un nuevo pacto social plasmado en una nueva Constitución, pero antes que todo, el problema es hoy. Y en ningún caso, mientras se avance en ese camino constitucional, el gobierno puede descansar en que “sin nueva Constitución no se puede”.
3. Dar señales verdaderas sobre orden público, delincuencia, migración, terrorismo y tomas.
Si bien se ha notado el cambio de mano en Interior, y hoy podemos ver a la ministra y subsecretarios justificando el uso del arma de servicio - cuestión impensada hace pocos meses-, está lleno de otras situaciones en las cuales el gobierno debe actuar más que decir. Así como se sostuvo que los delitos en las carreteras y el ataque de una turba en un concierto era un “asunto entre privados”, ahora fue el caso de la toma ilegal de un terreno en la región de Valparaíso, que muestra indolencia y descoordinación entre las autoridades.
4. Ojo con los paros y negociaciones, cuando el gobierno está débil, todos quieren más.
El sindicato del sector público exige como “piso” un aumento de 15% de los salarios y pocos días atrás hubo un paro en los puertos. Para el gobierno es difícil decir que no a aquellos que apoyaron siendo oposición y que los ayudaron a llegar al poder. Pero ahora se deben al país y no solo a las demandas corporativas con quienes comparten sintonía ideológica. Además, teniendo bajo apoyo y minoría en el Congreso -algo que se retroalimenta- es cuestión de días para que otros exijan siempre el mismo (buen) trato. ¿Se acordarán del ministro Marcel y de la inflación cuando dialoguen con los gremios?
Les deseo un buen encuentro en Cerro Castillo. Los árboles y el viento son maravillosos.
Por Jaime Bellolio, ingeniero comercial