Columna de Jaime Bellolio: En la emergencia, nadie puede solo
El gobierno ha repetido ya varias veces -frente a las críticas de autoridades comunales y políticas, así como de expertos- que ya será el tiempo del análisis de las responsabilidades ante la demora en las respuestas a la emergencia, y por las fallas en ejecución y prevención ante la tragedia de los incendios.
Tienen razón, hoy lo esencial es poner el foco en controlar y apagar dichos incendios, donde todos pueden poner de su parte y renunciar a algunos de sus ideologismos del pasado. Un ejemplo de ello es que el gobierno ha debido declarar estado de catástrofe, toque de queda y limitación de venta de gasolina en bidones en buena parte del país; así como aceptar sin miramientos el aporte de empresas y sociedad civil. Es que en la emergencia, nadie sobra y nadie puede por sí solo.
Esto último es quizá el último giro que ha debido hacer el gobierno, un cambio práctico y evidente, pero con profundo sentido ideológico, en especial para la parte más izquierdista de las coaliciones oficialistas.
Tal vez el principal debate que había levantado el Frente Amplio, en su cruda crítica sobre los 30 años, el “modelo” y en su ideal de sociedad, es que los derechos sociales debían ser provistos hegemónicamente por el Estado, que lo público descansaba exclusivamente en lo estatal y que la sociedad civil solo juega un rol en lo caritativo o meramente residual. Y del sector empresarial, ni hablar, ellos solo querrían participar de lo público por un interés propio o para “blanquearse”.
Quizá quien lo mostró de manera más prístina es el actual ministro Jackson, cuando era diputado. En ese entonces, declaraba que la Teletón -en especial su campaña anual- eran “más un supermercado de caridad que una campaña de concientización” y seguía con que le molestaba “que se blanquee la imagen de muchos empresarios que se oponen a reformas tributarias y se aprovechan de una plataforma de publicidad, morbo y sensibilidad social”.
Pero hoy ha cambiado para mejor. Se agradece -con justa razón- que el “Ten Tanker” haya sido financiado por la Fundación Luksic, que muchas empresas y sus trabajadores estén poniendo recursos para ir en ayuda, y que la experiencia de Desafío Levantemos Chile, así como de muchas otras organizaciones de la sociedad civil sea bien canalizada para superar cuanto antes la emergencia, dolor y sufrimiento de tantas personas. Por supuesto, la labor del Estado es ineludible y no cabe duda que muchos funcionarios están dedicados en cuerpo y alma a la crisis, especialmente quienes están físicamente en el territorio, como trabajadores de Conaf, Indap, Interior, Salud, MOP, entre otros.
Y es que el ideologismo de “si es del Estado es bueno” se cae a pedazos no solo en las emergencias, sino que en lo cotidiano. Y que lo público excede lo estatal, para ser logrado por toda la sociedad, en algo que nos destaca como chilenos: la resiliencia y solidaridad nacional frente a las emergencias.
Fuerza y felicitaciones a quienes ayudan, máxima solidaridad para las víctimas.
Por Jaime Bellolio, director Observatorio Territorial IPP UNAB
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