Columna de Javiera Arce: Cien años cuidando nuestra democracia

Servel
Cien años cuidando nuestra democracia.


En un momento crucial para la democracia, el Servel cumplió cien años de historia, primero como Conservador del Registro Electoral, luego como Dirección y tras los años que permaneció cerrado -1973 a 1986-, al reiniciar sus operaciones como Servicio Electoral de Chile. Una institución reconocida mundialmente por su eficiencia y transparencia especialmente por la rápida consolidación de los resultados electorales; respaldada por la experiencia acumulada y compuesta por servidores públicos capacitados y comprometidos con garantizar la integridad de los procesos electorales.

Durante estos últimos años, el país se ha visto envuelto en un escenario eleccionario constante, debido a los dos procesos constitucionales cuyos resultados conocemos. Pese al cambio de reglas electorales y a la expansión del padrón con más de cuatro millones de nuevos electores, el Servel enfrentó el desafío de gestionar un padrón electoral sin precedentes, demostrando capacidad de adaptación y garantía de eficiencia.

Uno de los desafíos que se aproxima es la reforma electoral que se discute para resolver la fragmentación partidaria, que impide la gobernabilidad ante la imposibilidad de generar mayorías estables. La aprobación de algunas de estas normas, sin lugar a dudas, serán incorporadas con premura por parte del Servel. Pero existen otros desafíos pendientes.

Las nuevas tecnologías ofrecen un amplio abanico de opciones de propaganda electoral. Ellas permiten alcances ilimitados por medio del pago de difusión a través de plataformas, donde se entregan mensajes basados en estrategias de microtargeting, para invitar a los electores a informarse de las diversas alternativas. Pero estas estrategias han sido utilizadas con fines poco nobles, socavando el derecho a la libertad de elección. Por ello es que el Servel necesita robustecer la fiscalización para proteger la integridad de la democracia a través de la regulación de propaganda en línea.

Asimismo, la creciente desconfianza hacia los partidos políticos exige mayor transparencia. Pero pese a los cambios normativos recientes, aún existe un vacío en la información histórica que entregan, como militancia, programas políticos, evolución en el tiempo, entre otra información que no exige la legislación y que es muy necesaria para la investigación académica, el debate público y la toma de decisiones basada en evidencia.

Con todo, y a pesar de contar con una institucionalidad robusta, el Servel requiere financiamiento, recursos humanos y tecnología de punta para sostener y garantizar un funcionamiento sólido a largo plazo.

Cuando la crisis de la política nacional se hace cada vez más profunda y mundialmente los vientos que soplan no son precisamente hacia el fortalecimiento de la democracia, robustecer el Servel es más urgente que nunca, para que podamos celebrar otros cien años y que continúe siendo el orgullo de nuestra nación.

Por Javiera Arce, cientista política

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