Columna de Jerónimo Correa: El auge de los autos eléctricos
"Con los vehículos eléctricos, la huella ecológica no comienza con el primer kilómetro recorrido, sino que en cada paso durante su fabricación. Por lo tanto, debe utilizarse energía de fuentes sostenibles y renovables desde un comienzo."
Debido al elevado consumo de combustibles fósiles, el sector del transporte es uno de los principales responsables de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero. Es por esto que existe un especial interés en descarbonizarlo, y es por esta razón que los vehículos eléctricos están experimentando un boom que probablemente durará mucho tiempo.
El informe de Supertrends de Credit Suisse, que entrega las tendencias temáticas de inversión en renta variable a largo plazo, identifica la inversión en transporte sustentable como una de las siete súper tendencias y, según la última versión del informe, los gobiernos y las empresas redoblarán sus esfuerzos para introducir nuevas tecnologías amigables con el medio ambiente en lo relativo a este sector.
La popularidad y la preferencia por los vehículos eléctricos no deja de crecer: Credit Suisse prevé que en 2030 los vehículos eléctricos con batería e híbridos representarán el 45% de las ventas anuales de automóviles en todo el mundo, mientras que en 2020 sólo representaron el 4,5%.
En 2021, las ventas mundiales de vehículos eléctricos alcanzaron los 6,7 millones, de los cuales 4,8 millones fueron vehículos eléctricos de batería y 1,9 millones, vehículos eléctricos híbridos enchufables.
Si bien uno de los factores que determina si un auto eléctrico es ecológico es la fuente de energía que utiliza, son igualmente relevantes las materias primas utilizadas en su producción.
La mayoría de las empresas de automóviles están tomando medidas importantes en esta materia y aspiran a migrar a procesos y productos 100% eléctricos en esta o en la próxima década. Esto se aplica incluso a los fabricantes de autos deportivos de lujo. Hay quienes ya están produciendo automóviles deportivos totalmente eléctricos con homologación en carretera, y otros esperan hacerlo en los próximos años.
Esto afecta a las cadenas de suministro de semiconductores, baterías, litio, níquel, grafito, cátodos y separadores. Además, la creciente demanda de vehículos eléctricos dará lugar a la necesidad de estaciones de carga. Bloomberg New Energy Finance (BNEF) calcula que se necesitarán unos 300 millones de estaciones de carga en todo el mundo para 2040. Por ello, los fabricantes de automóviles tradicionales han adoptado un enfoque más holístico para garantizar la seguridad del suministro. Están invirtiendo no sólo en la capacidad de ensamblaje de los vehículos eléctricos, sino también en la fabricación de baterías, en el armado de los paquetes de baterías y en tener un suministro seguro de materias primas y componentes electrónicos.
Con los vehículos eléctricos, la huella ecológica no comienza con el primer kilómetro recorrido, sino que en cada paso durante su fabricación. Por lo tanto, debe utilizarse energía de fuentes sostenibles y renovables desde un comienzo. Según la Agencia Internacional de la Energía (AIE), a nivel mundial se produjo un aumento del 6% en la demanda de electricidad en 2021, y se espera que para 2040 se duplique. Todo esto conlleva desafíos necesarios de abordar para lograr un proceso de descarbonización exitoso.
* El autor es CEO y country manager de Credit Suisse Chile