Columna de Jerónimo Correa: “Inversión en tecnología climática”
"Hay quienes piensan que las tecnologías necesarias para lograr la descarbonización ya existen y que solo falta voluntad política para lograrlo. En la otra vereda se encuentran quienes consideran que todavía no existe tecnología eficiente y barata para enfrentar este desafío, y que el mundo de la innovación debe acelerarse. Lo que está claro es que la innovación y la tecnología juegan un rol crucial para el desarrollo de una sociedad sustentable y que en este camino la inversión es fundamental."
El cambio climático se ha convertido, posiblemente, en el mayor desafío de nuestra era por las innumerables consecuencias que acarrea de manera diaria para el planeta. Como un modo de encarar su avance, miles de compañías están trabajando en el desarrollo de nuevas tecnologías para que la humanidad evolucione hacia un sistema sustentable en el futuro.
Si bien las políticas gubernamentales pueden ayudar a enfrentar este reto mundial, en última instancia la adopción masiva de tecnologías con bajas emisiones de carbono depende de cuán fiables y rentables sean en comparación con las opciones tradicionales que hoy se utilizan.
De acuerdo con información de la Agencia Internacional de la Energía, la reducción de emisiones necesaria para 2050 tendrá su origen, en su mayoría, en tecnologías que aún no se comercializan. Esto demuestra, necesariamente, que es crucial continuar invirtiendo en el desarrollo de nuevas tecnologías y en su implementación.
Las cifras muestran que los inversionistas y la industria están avanzando hacia esta dirección, ya que la inversión de capital de riesgo en tecnología climática aumentó en 94.000 millones en 2022, una cifra importante, más aún si tomamos en cuenta las condiciones adversas del mercado. Mientras los inversionistas de instituciones lideran las grandes operaciones, el capital privado es una fuente crucial de financiamiento para las empresas de tecnología climática en fase inicial.
Otro número alentador proviene del Global Impact Investing Network. Según su informe de 2022, el tamaño del mercado de inversiones de impacto ascendió a 1.164 billones de dólares ese año, un aumento significativo si se consideran los 715 mil millones de dólares del mercado en 2020.
Hoy se están desarrollando algunas tecnologías desconocidas que, de acuerdo con un reporte reciente de Credit Suisse, pueden generar importantes aportes para la lucha contra la emergencia climática y, por lo mismo, son alternativas interesantes de inversión.
En energía, nuestra investigación destaca tecnologías como las células solares de perovskita, que aumentan notablemente la eficiencia de los paneles solares; los avances en los reactores nucleares de fusión y fisión; y la próxima generación de baterías de larga duración.
Aun cuando la energía es un área fundamental para lograr los objetivos de descarbonización, resulta importante indagar en otros sectores o tecnologías que tienen impacto en las emisiones de carbono que se liberan a la atmósfera.
Por este motivo exploramos el sector industrial, que está desarrollando nuevas herramientas de modelización climática, producción electroquímica de cemento, refrigeración espacial eficiente y filtros de membrana que pueden reducir significativamente las emisiones industriales.
En movilidad, exploramos nuevas tecnologías de reciclado de baterías y combustibles verdes como el metanol; y en agricultura, investigamos la carne cultivada y los microbios editados genéticamente que reducen la necesidad de fertilizantes sintéticos.
Hay quienes piensan que las tecnologías necesarias para lograr la descarbonización ya existen y que solo falta voluntad política para lograrlo. En la otra vereda se encuentran quienes consideran que todavía no existe tecnología eficiente y barata para enfrentar este desafío, y que el mundo de la innovación debe acelerarse. Lo que está claro es que la innovación y la tecnología juegan un rol crucial para el desarrollo de una sociedad sustentable y que en este camino la inversión es fundamental, lo que abre oportunidades interesantes para los inversionistas (tanto por sus retornos como por su aporte a la humanidad), al tiempo que aportan una amplia gama de beneficios adicionales a la economía, la sociedad y al propio medio ambiente.
* El autor es CEO y country manager de Credit Suisse Chile.