Columna de Jerónimo Correa: Lo peor está por llegar para el crecimiento
"Nuestras previsiones apuntan a un deterioro del entorno económico en los próximos dos o tres trimestres: esperamos una ralentización del crecimiento del PIB nominal, presiones salariales y de costos persistentes y un aumento de los costos de financiación."
La inflación mundial sigue siendo uno de los desafíos. A pesar de que en Credit Suisse consideramos que ya ha tocado techo en la mayoría de los países, estamos en un contexto económico por el que los bancos centrales han mostrado la necesidad de continuar con el alza de tasas de forma significativa, para así reducir la demanda y crear carencias en los mercados laborales.
Una de las razones es que los aumentos de precios se han ampliado de un grupo limitado de choques de oferta a una inflación más generalizada. En particular, la rigidez de los mercados laborales y el crecimiento de los salarios pueden generar el riesgo de una inflación más amplia y persistente.
El actual escenario nos ha llevado a aumentar nuestras previsiones de alzas de tasas de interés de todos los bancos centrales de las grandes economías, con la excepción de China; y esperamos que los bancos centrales mundiales endurezcan los tipos de cambio al ritmo más rápido que hemos visto desde 1979.
Aunque proyectamos que el peak de velocidad de endurecimiento de tasas llegue a finales de 2022, no prevemos recortes por parte de ningún banco central de las principales economías en 2023. De hecho, las entidades bancarias han confirmado que no cambiarán el rumbo, aunque reconocen que el crecimiento económico se está ralentizando. A este complejo escenario se suma el hecho de que la inflación se ha vuelto más volátil y difícil de prever, por lo que es probable que los bancos centrales se centren más en la inflación real que en la esperada.
Por estos y otros motivos, nuestras previsiones apuntan a un deterioro del entorno económico en los próximos dos o tres trimestres: esperamos una ralentización del crecimiento del PIB nominal, presiones salariales y de costos persistentes y un aumento de los costos de financiación.
Debido a los endurecimientos de tasas, shocks en los precios de la energía en Europa, el aumento de los rendimientos reales, la actual desaceleración del mercado inmobiliario en China y las cuarentenas por COVID, es que hemos recortado las proyecciones para el PIB: prevemos recesiones en la Zona Euro y el Reino Unido, y una recesión del crecimiento en China. De acuerdo con las estimaciones, estas economías deberían tocar fondo a mediados de 2023 y comenzar una débil y tentativa recuperación, siempre bajo el supuesto de que EE.UU. logre evitar la recesión. ¿Lo logrará? Todavía no hay claridad de eso. Por el momento en Credit Suisse proyectamos que sí, con un crecimiento de 0,8% para el cuarto trimestre del 2023.
* El autor es country manager y CEO de Credit Suisse Chile.
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