Columna de Jerónimo Correa: Tendencias en salud para una población que envejece
"La tecnología jugará un rol esencial en la prevención, diagnóstico temprano y tratamiento de patologías. La prevención es la forma más eficiente de reducir costos sanitarios, pero la experiencia nos muestra que un diagnóstico temprano también hace una diferencia."
La pandemia puso el foco en los sistemas de salud y en la importancia de una rápida respuesta en la creación de nuevos tratamientos y vacunas. Pero esta presión ya existía debido al envejecimiento de la población, cuyas proyecciones prevén una duplicación de las personas mayores en el mundo para el año 2050, hasta alcanzar más de 2000 millones. Este aumento creará mayor demanda por ciertos servicios y a la vez representará retos en diversas áreas que requerirán soluciones innovadoras.
Se ha observado que, en términos generales, la incidencia de muchas enfermedades crónicas aumenta con la edad, y que las comorbilidades son comunes, por lo que será necesaria la búsqueda de nuevas soluciones más efectivas. Creemos que la aparición de nuevas biotecnologías, en particular las terapias con ácidos nucleicos, los conjugados anticuerpo-fármaco y las terapias celulares y génicas, podrían lograr avances terapéuticos en enfermedades con una importante demanda no cubierta, contribuyendo a mantener la trayectoria de la innovación en los próximos años.
La adopción de la tecnología de ARNm para algunas de las vacunas contra el Covid- 19 nos demuestra lo rápido que la medicina puede avanzar, y esta adopción debería generar confianza para utilizar esta tecnología con otros fines médicos.
Otro punto fundamental para considerar es el costo, ya que se proyecta que los costos sanitarios sigan aumentando a un ritmo de varios cientos de puntos básicos por encima del crecimiento del PIB. Es por esto que la tecnología jugará un rol esencial en la prevención, diagnóstico temprano y tratamiento de patologías. La prevención es la forma más eficiente de reducir costos sanitarios, pero la experiencia nos muestra que un diagnóstico temprano también hace una diferencia. Un ejemplo de avances tecnológicos en esta materia son las biopsias líquidas, o de imágenes médicas, que mejoran la supervivencia de los pacientes y suelen mitigar los costos.
La innovación en los dispositivos electrónicos que integran la inteligencia artificial (IA), la realidad aumentada o la nueva tecnología de sensores están impulsando el uso de “wearables” para hacer un seguimiento a la salud en tiempo real. Además de los electrocardiógrafos, los dispositivos de monitoreo neurológico y del sueño, o los dispositivos terapéuticos respiratorios, durante la pandemia se ha desarrollado una amplia gama de nuevos “wearables” de bajo costo que evalúan diversos parámetros físicos.
Ejemplos de esto son máscaras faciales que analizan el aliento y detectan enfermedades transmitidas por el aire, ropa que puede descubrir la presencia de biomarcadores y ciertas moléculas en el sudor, y lentes de contacto que pueden medir la presión intraocular.
La utilización de varios de estos dispositivos, en conjunto con la telemedicina, podría ayudar a obtener una imagen más clara de la salud de un paciente y puede generar una reducción de costos en el sistema sanitario. De acuerdo con ResearchandMarkets.com, el mercado mundial de dispositivos médicos portátiles debería aumentar de 10.280 millones de dólares de 2021 a 24.380 millones de dólares en 2025.
Estos son sólo algunos ejemplos de dónde está la tecnología de la salud hoy y hacia dónde va. Creemos que es fundamental centrarse en la innovación que crea valor y en tecnologías que sean capaces de prevenir, detectar o tratar enfermedades de manera más eficaz y a un menor costo.
* El autor es CEO y country manager de Credit Suisse Chile
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