Columna de Jorge Burgos: Gracias Presidente
El Presidente Ricardo Lagos Escobar anunció esta semana su retiro de la vida pública, luego de más de seis décadas de activa participación. Usando una frase que le era muy propia, cuando quería fijar una posición, “qué duda cabe” que se retira de la contingencia un grande, un grupo uno, como decimos los aficionados a la hípica.
Recordar su impronta realizadora, su responsabilidad a la hora de administrar el erario nacional, su discurso claro y convincente, su decisión de insertar a Chile en la comunidad internacional, no a cualquier costo, son todos elementos que han estado presentes en cartas y columnas de reciente aparición, con seguridad vendrán muchas más.
A mí en estas líneas me gustaría recordar una situación que más como actor de reparto de su gobierno me tocó vivir con don Ricardo, que a mi entender demuestra su condición de gobernante eficaz.
Recién asumido como el primer subsecretario del Interior de su sexenio, fui convocado a su despacho para exponerle las ideas centrales que el Ministerio conducido por José Miguel Insulza buscaba impulsar en seguridad pública, un área que aún no tenía la centralidad actual. Preparamos una exposición basada en propuestas vinculadas a la prevención del delito, plan cuadrante, necesidad de convertir la dependencia de las policías del Ministerio del Interior -de hecho en esa época dependían de Defensa- en una amparada por la normativa constitucional. Luego de escucharnos con atención y participación, me dijo ¿qué hay para lo inmediato?, son propuestas de un año por lo menos. Jorge la función de gobernar requiere inmediatez; trae un plan de recuperación del parque automotriz de las policías, he estudiado el tema y hay un déficit importante. Así lo hicimos y de paso nos quedó marcado el sentido de urgencia.
Si tuviera aún menos líneas para resumir su paso por lo público destacaría su aporte a la recuperación de la democracia. También su liderazgo de la corriente socialdemócrata que se unió con la DC para llevar adelante la fructífera experiencia de progreso de los cuatro gobiernos de la Concertación. Como primer presidente socialista después de Allende, ayudó a la renovación de la izquierda sobre la base del compromiso con la democracia liberal y la economía de mercado. Encarnó el camino de las reformas de ancha base, como la renovación de la infraestructura vial, el plan de garantías de salud y los cambios constitucionales progresivos. Después de los devaneos constituyentes, la Constitución sigue llevando su firma. En esta nueva etapa seguirá siendo necesario su consejo a quienes siempre lo respetamos y admiramos, también para aquellos que lo vienen descubriendo. Gracias Presidente.
Por Jorge Burgos, abogado
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